
Apuntes frente al Libro del Concejo – Poema de Krishna Naranjo
Este es el principio cuando la palabra de los abuelos
era turquesa de dioses ígneos
ahora embolsan —con la obligada ecología—
la caja de cereal, los medicamentos
al tiempo que sus manos conocen la vida labrantía
callada en las ofertas de pasillos

Suspendida entre dos ruedas
Ilustración de Ximena Brócoli
Parte I: La vida y mis bicicletas
que pedaleo y me alejo de los problemas…
Mariano Blatt
Tomo el dobladillo de mi pantalón y con mis dos manos lo enrollo hasta que ya no da más de sí y queda a la mitad de mi pantorrilla derecha. Es precaución, pero también un lenguaje secreto y compartido que porto con alegría. Corroboro si todo está en orden, me ajusto el casco, me incorporo y dejo de tocar el suelo. Sólo vuelvo a pisar el asfalto cuando mi pie derecho se posa en la banqueta de un semáforo que interrumpe mi marcha. Así es más fácil frenar, pero, sobre todo, agarrar el impulso para continuar.

Josué Ortez – Sueños de la Tierra
Incendio
Soy el cuerpo de tu cuerpo
el aire de tu aire
vas de mí como yo de ti

Los cantos del istmo – Poemas de Kimberly Huertas
El istmo fue guerrilla, ejército, contraguerrilla, tierra arrasada, censura estatal y exilio.
Alexandra Ortiz Wallner
I
¡Canta, oh musa, la luz oscura que desdibuja la región!
Cuéntanos la historia
del eterno olvido,
cuya paz no ha traído más
que desgracias y desencanto
al istmo.

«Los Marcados»: Del mariquita al villano homosexual
Cuando uno piensa en los primeros personajes homosexuales del cine mexicano, lo primero que salta a la mente es La Casa del Ogro (Fernando de Fuentes, 1939) por contener al primer personaje homosexual, o en El lugar Sin Límites (Arturo Ripstein, 1978), donde se complejiza a un homosexual al que le apodan La Manuela. Rara vez se recuerda la osada película dirigida por Alberto Mariscal quien colocó a una pareja homosexual en los ejes narrativos de un western mexicano en la década de los setenta. Y si bien esta película rompía con el estereotipo del homosexual ridiculizado en y por su feminidad —de hecho se presenta a sí misma como una defensora y reivindicadora de los homosexuales— la verdad es que también cojea, sólo que del otro pie.

De «Ghost in the Shell» a “MONTERO”. La creación de nuevxs sujetxs
Ilustración de Carlos Gaytán
Describo, en seguida, la creación paralela de dos sujetxs que pertenecen a las condiciones de su ficción: Motoko Kusanagi, de Ghost in the Shell (Mamoru Oshii, 1995), y Lil Nas X en su nuevo video «MONTERO (Call me by your name)» (2021).

Geografía del olvido – Poemas de Silvia Company de Castro
I
Todos los vértigos
que dejé caer
están retorciéndose
de risa
sobre la arruga
de la memoria.
Acaso es otra.
Acaso es esta otra
máscara larga y fría
la que me viene a buscar
mientras
estás sangrando todavía.

Narcocorrido: La Violencia entre los versos de una realidad alterada
Con cuerno de chivo y bazooka en la nuca
“Sanguinarios del M1” – Buknas de Culiacán
Volando cabezas a quien se atraviesa
Somos sanguinarios, locos bien ondeados
Nos gusta matar.
El epígrafe que abre esta entrada está tomado de, quizá, la estrofa más icónica de todo el Movimiento alterado, un estilo musical gestado desde hace diez años en Culiacán y que encarna la representación más explícita y extrema del narcocorrido mexicano.

Memorias de Latinoamérica – Poema de Kimbely Huertas
Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: ‘Cierren los ojos y recen’. Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia.
Eduardo Galeano
En esta tierra, yacen los espejos rotos
y las lágrimas
de mis antepasados,
crucificados bajo los escupitajos
de los hombres
de fe en Colón.

Sensibilidades naturales – Ilustraciones de Sofia Probert
¿Cómo me reconozco en una ceiba? Ramas, brazos, hojas, manos: raíces. Estos árboles tienen el tronco generalmente espinado, al menos cuando son jóvenes; su fruto es una cápsula elipsoide color verde, que por dentro guarda varias semillas envueltas en una fibra algodonosa. Se me ocurre más de una metáfora. Me reconozco en una ceiba cuando me permito jugar con las nociones de “individuo” y “colectivo”, cuando exploro la idea de que un proceso mental tiene que ver con la germinación de una semilla, y la construcción de la identidad con un ramo de flores coloridas. Las ilustraciones de Sofía Probert nos invitan a poner a prueba nuestra sensibilidad natural, mostrando ópticas que hacen zoom hacia lo más pequeño, para después devolvernos a una realidad expandida que explota dentro y fuera de nosotros. Aquí se pinta un superorganismo, como una colonia de hormigas, en donde la ceiba y yo nos encontramos frente a frente y, con suerte, nos buscamos una en la otra.