La experiencia de escribir puede ser una introducción, un epílogo o una nota al pie. Qué se vivió para llegar a ese tema, qué hay detrás de los textos que leemos, dónde se encuentran las dificultades, los titubeos. El detrás de la escritura es lo que se propone, lo que se borra, lo que se conversa, lo que se edita. Ese detrás también es colectivo.
Categoría: Letras
Un panorama de amplio espectro en torno al fenómeno de la palabra escrita
Llegar al final
Ilustración de Mariana Chávez
“El que mucho se despide pocas ganas tiene de irse”, expresa un conocido dicho mexicano. Solemos despedirnos despreocupadamente en el día a día, a sabiendas de que habrá un encuentro más o menos próximo con las personas, con los proyectos, con los deseos. En general, las despedidas suponen una pausa, no un final. Por eso tenemos tantas opciones verbales para ellas: hasta luego, nos vemos pronto, el particular nos estamos viendo, o cualquier forma personalizada por el afecto. Por eso un adiós casi nunca es un adiós en realidad y apenas lo decimos, conscientes de su peso.
Voiná i mir
Detalle de La batalla de Waterloo (1815), de William Sadler
Edad de los descubrimientos
Desde pequeño tuve una inclinación por la lectura, mi madre se encargó de ello. Recuerdo un día de Reyes: desperté emocionado y corrí a la sala del departamento de mis abuelos, que estaba integrado a la casa y en donde colocábamos los zapatos. Me encontré un libro debajo de mi pantufla: Las aventuras de Tom Sawyer.
Cuna creativa – Ensayo de Darío Cortizo
Ilustración de Darío Cortizo
Siempre consideré el mío como un caso atípico. Desde muy temprana edad, asumí que no tenía ni tendría facilidad para muchas cosas. Era un niño con sobrepeso, los deportes no eran mi fuerte, y eso me limitó bastante al intentar socializar con otros infantes que tampoco mostraban demasiado interés en mí. No era precisamente un estudiante destacado, aunque tampoco me iba mal en la escuela; pero no contaba con la misma agilidad mental que la niña sentada al frente del salón. Mi constante aislamiento me hizo buscar a mis amigos y mi naturaleza dentro de mi estuche.
Última página. Despedida
Ilustraciones de Darío Cortizo
Hoy, el consejo editorial hace pública la despedida de Primera Página. A cada persona, integrante, invitada o colaboradora de esta iniciativa, así como a ti, queridx lectorx, está dirigida esta carta editorial. Conformada por un mosaico de textos escritos por el consejo editorial, las siguientes líneas tienen el propósito de comunicar públicamente el cierre de labores y gestiones de nuestra revista, cuyo propósito ha sido, hasta hoy, difundir voces emergentes, creaciones diversas, pensamiento crítico y formación de talento editorial y gestor de proyectos culturales. Primera Página, son para ti estas despedidas:
Violencia, víctimas y victimarios en “Norte negro”, de Gerardo García Muñoz
Vivir en la frontera es como vivir en tierra de infieles, en un lugar condenado. Somos la versión moderna de Sodoma y Gomorra.
Gabriel Trujillo Muñoz, Círculo de fuego
La guerra contra el narcotráfico, iniciada a finales de 2006 durante el sexenio de Felipe Calderón, produjo un recrudecimiento de la violencia en México. Cerca de dos décadas después, el crimen organizado ostenta cada vez más poder en numerosos territorios del país. Las víctimas se multiplican, sus rostros van borrándose de los volantes de personas desaparecidas, sus nombres son condenados a un olvido institucional en expedientes archivados o inexistentes. Mientras, los narcotraficantes permanecen tranquilos, aliados con políticos poderosos; el Narcoestado se consolida. Una realidad tan cruenta, marcada por la violencia cotidiana, no puede escapar de la representación —favorable o desfavorable, crítica o ingenua— en los productos culturales.
Reescrituras y reapropiación: “Otro bosque: mujeres y cuentos de hadas en Latinoamérica”, de Lola Horner
A veces pienso que no he dejado de ser esa niña que lee y relee sus cuentos favoritos, los escarba y los acaricia, se los repite hasta creérselos. Los usa como ventana y como transporte y luego vuelve a leerlos con ojos nuevos.
Lola Horner, Otro bosque: mujeres y cuentos de hadas en Latinoamérica
Los cuentos de hadas permanecen en los recuerdos de la infancia, en las historias que se transmiten y también en este presente que habitamos. Todxs recordamos por lo menos una historia de este género. De niña, adoraba un libro gigante que contenía una serie de cuentos clásicos ilustrados, acompañado de un CD que guiaba la lectura. Lo escuchaba y leía una y otra vez mientras observaba los dibujos. Mi favorito, recuerdo, era el de Caperucita Roja. Cuando crecemos observamos que las historias también crecen, se bifurcan y se adaptan a nuevos espacios, personajes y tramas.
“Mamá, el campo”: el recuerdo detrás de la puerta
Reseñar poesía se siente un poco como explicar un chiste. A diferencia de la prosa, un resumen no basta para saber a medias tintas en qué consiste el argumento. Cuando se trata de poesía, conviene sentarse a leer (en voz alta, preferentemente) para dejarse llevar por los juegos del lenguaje antes de llegar a conclusiones. Cada lector brinda sus propias interpretaciones según como le resuenen las palabras en los oídos y en la mente. En La comprensión de la obra de arte literaria, el filósofo Roman Ingarden señala, de manera general, que toda obra se completa hasta que llega a manos del receptor, por lo que, desde esta teoría, depende del lector sentir al texto como algo poético o no.
Escribir desde la nostalgia: “Rock del Sonar”, de Mario Anteo
¿Por qué escribo? Ésta es una pregunta que debemos hacernos constantemente, más si nos dedicamos a ello de manera profesional. Me lo cuestiono cuando estoy frente a la página en blanco, cuando voy en el metro o camino por las calles empedradas de Coyoacán o del Centro. ¿Por qué lo hago? ¿Por vanidad? ¿Miedo? ¿Por el deseo de rehacer el pasado? Puede haber muchas motivaciones, pero considero esencial tenerlas en claro cuando trabajamos un texto, más si es de corte literario: ¿por qué escribo y, más aún, por qué escribo esto? No podemos ignorar a nuestrxs lectorxs, ni a la línea editorial de quienes nos publican, mucho menos a nostrxs mismxs, que somos la primera línea entre la imaginación y lo real. Escribir desde la nostalgia es un motivo válido pero riesgoso, porque nos puede dejar atrapadxs en el pasado y ahí no hay literatura; ella sólo está en el presente cuando abrimos el libro ante nosotrxs.
Astillas para un bosque – Poemas de Alberto Hernández
has oído un árbol ser taladrado
los sueños
no caen del mismo lado de la almohada