La experiencia de escribir puede ser una introducción, un epílogo o una nota al pie. Qué se vivió para llegar a ese tema, qué hay detrás de los textos que leemos, dónde se encuentran las dificultades, los titubeos. El detrás de la escritura es lo que se propone, lo que se borra, lo que se conversa, lo que se edita. Ese detrás también es colectivo.
Categoría: Opinión
Artículos de opinión acerca de cualquier tema. Las opiniones emitidas por los autores (en esta y las otras secciones) son responsabilidad de ellos y no de la revista como tal.
Llegar al final
Ilustración de Mariana Chávez
“El que mucho se despide pocas ganas tiene de irse”, expresa un conocido dicho mexicano. Solemos despedirnos despreocupadamente en el día a día, a sabiendas de que habrá un encuentro más o menos próximo con las personas, con los proyectos, con los deseos. En general, las despedidas suponen una pausa, no un final. Por eso tenemos tantas opciones verbales para ellas: hasta luego, nos vemos pronto, el particular nos estamos viendo, o cualquier forma personalizada por el afecto. Por eso un adiós casi nunca es un adiós en realidad y apenas lo decimos, conscientes de su peso.
Violencia, víctimas y victimarios en “Norte negro”, de Gerardo García Muñoz
Vivir en la frontera es como vivir en tierra de infieles, en un lugar condenado. Somos la versión moderna de Sodoma y Gomorra.
Gabriel Trujillo Muñoz, Círculo de fuego
La guerra contra el narcotráfico, iniciada a finales de 2006 durante el sexenio de Felipe Calderón, produjo un recrudecimiento de la violencia en México. Cerca de dos décadas después, el crimen organizado ostenta cada vez más poder en numerosos territorios del país. Las víctimas se multiplican, sus rostros van borrándose de los volantes de personas desaparecidas, sus nombres son condenados a un olvido institucional en expedientes archivados o inexistentes. Mientras, los narcotraficantes permanecen tranquilos, aliados con políticos poderosos; el Narcoestado se consolida. Una realidad tan cruenta, marcada por la violencia cotidiana, no puede escapar de la representación —favorable o desfavorable, crítica o ingenua— en los productos culturales.
Reescrituras y reapropiación: “Otro bosque: mujeres y cuentos de hadas en Latinoamérica”, de Lola Horner
A veces pienso que no he dejado de ser esa niña que lee y relee sus cuentos favoritos, los escarba y los acaricia, se los repite hasta creérselos. Los usa como ventana y como transporte y luego vuelve a leerlos con ojos nuevos.
Lola Horner, Otro bosque: mujeres y cuentos de hadas en Latinoamérica
Los cuentos de hadas permanecen en los recuerdos de la infancia, en las historias que se transmiten y también en este presente que habitamos. Todxs recordamos por lo menos una historia de este género. De niña, adoraba un libro gigante que contenía una serie de cuentos clásicos ilustrados, acompañado de un CD que guiaba la lectura. Lo escuchaba y leía una y otra vez mientras observaba los dibujos. Mi favorito, recuerdo, era el de Caperucita Roja. Cuando crecemos observamos que las historias también crecen, se bifurcan y se adaptan a nuevos espacios, personajes y tramas.
“Mamá, el campo”: el recuerdo detrás de la puerta
Reseñar poesía se siente un poco como explicar un chiste. A diferencia de la prosa, un resumen no basta para saber a medias tintas en qué consiste el argumento. Cuando se trata de poesía, conviene sentarse a leer (en voz alta, preferentemente) para dejarse llevar por los juegos del lenguaje antes de llegar a conclusiones. Cada lector brinda sus propias interpretaciones según como le resuenen las palabras en los oídos y en la mente. En La comprensión de la obra de arte literaria, el filósofo Roman Ingarden señala, de manera general, que toda obra se completa hasta que llega a manos del receptor, por lo que, desde esta teoría, depende del lector sentir al texto como algo poético o no.
Escribir desde la nostalgia: “Rock del Sonar”, de Mario Anteo
¿Por qué escribo? Ésta es una pregunta que debemos hacernos constantemente, más si nos dedicamos a ello de manera profesional. Me lo cuestiono cuando estoy frente a la página en blanco, cuando voy en el metro o camino por las calles empedradas de Coyoacán o del Centro. ¿Por qué lo hago? ¿Por vanidad? ¿Miedo? ¿Por el deseo de rehacer el pasado? Puede haber muchas motivaciones, pero considero esencial tenerlas en claro cuando trabajamos un texto, más si es de corte literario: ¿por qué escribo y, más aún, por qué escribo esto? No podemos ignorar a nuestrxs lectorxs, ni a la línea editorial de quienes nos publican, mucho menos a nostrxs mismxs, que somos la primera línea entre la imaginación y lo real. Escribir desde la nostalgia es un motivo válido pero riesgoso, porque nos puede dejar atrapadxs en el pasado y ahí no hay literatura; ella sólo está en el presente cuando abrimos el libro ante nosotrxs.
A la incertidumbre
Ilustración de Mariana Chávez
El carrusel no se detiene, no le importan tus náuseas.
La marcha de los tristes, Lng / SHT
La semana pasada vi Actual People (2021), película dirigida y protagonizada por Kit Zauhar que explora la incertidumbre que supone la llegada a la adultez, desde una perspectiva un tanto autobiográfica. Riley, la protagonista, cursa el último semestre de la carrera; a la par que se enfrenta al estrés de los trabajos finales y los vínculos románticos inciertos, se hunde más y más en la confusión de cómo encaminar su futuro. Decir que me identifiqué con la situación es poco: sentí la mayoría de las angustias de Riley como propias. Puede que yo no deba decidir si quedarme en la Ciudad de México o mudarme a otro estado, pero sigo sin tener una idea clara del tipo de trabajo en el que me gustaría enfocarme, si quiero o no estudiar una maestría, si seré capaz de alcanzar la independencia económica.
Quitarse la armadura edgy: cómo superar la adolescencia en el capitalismo tardío
Ilustración de Carlos Gaytán
Para este punto, debemos tener claro que conquistar el deseo en términos de Deleuze, o el connatus en términos de Spinoza, es el principal objetivo del Kapital. Spoiler: nunca lo logrará, o al menos eso queremos esperar. Esa fuerza productora, potencia vital que nos permite desde hacer comunidad hasta acceder a los afectos, es útil al sistema de producción vigente porque gracias a él se puede dar vida a la maquinaria laboral, consumista y de hiper representación, cuyos alcances ya han impregnado el mundo del arte, y que nacieron junto con las industrias culturales del entretenimiento.
Mes de cumpleaños: ejercicio de escritura para habitar el paso del tiempo
Ilustración de Sarah Cruz
A mi hermana, por las pijamadas, los videos y los pasteles en olla exprés
Septiembre es casi siempre un mes lluvioso. La lluvia tiene algo de melancólico o nostálgico. Ésta es la primera vez en mucho tiempo que no llueve en mi cumpleaños. Sin embargo, me acompaña un aire reflexivo, un sentimiento difícil de describir, quizá algo parecido a la saudade. Tengo el ritual de escribir este día, a veces antes o después. Observar el avance del tiempo desde el propio ser me ha llevado a abordar esta sensación desde muchas partes: a veces desde la satisfacción, otras desde la tristeza, el agradecimiento o la necesidad de cambio. Este sentimiento tan característico de los cumpleaños lo entiendo y lo vivo mejor si lo escribo; es la mejor manera que he encontrado de habitarlo. Busco adentrarme en él, estar lo más presente posible, aunque se trate de recordar y añorar. Nada más temporal y atemporal al mismo tiempo que la escritura.
Posicionarse en el ahora: la fiebre / el mar / la escritura
Ilustración de Mariana Chávez
La existencia, el tiempo y el espacio son categorías intrínsecamente relacionadas en nuestro pensamiento. Alguien existe en un momento y lugar determinado. Pero lo que nos obsesiona con mayor fuerza, incluso más que nuestra existencia misma, es el tiempo; el que ya transcurrió y el que todavía no llega. Pensamos mucho en el futuro: los planes, las expectativas, lo que queda por hacer, lo que puede salir mal. También dedicamos bastante empeño a recordar el pasado, a atesorar alguna fracción de él, a reensamblar sus momentos alegres, angustiosos, desconcertantes; a repasar lo que no resultó como esperábamos.