En el húmedo y helado concreto de la calle, al lado de un farol parpadeante de luz tenue, lo vi, sin nombre. Una vida llena de promesas que no tiene identidad. Abrumado en impotencia y vergüenza, no quise pensar en lo que se escapaba frente a mis ojos, en las neuronas apagadas e inexistentes.
Autor: Primera Página
Tanatosis – Cuento de Andrea Santana
Ilustración de Darío Cortizo
Está lloviendo.
Las gotas de agua golpean las puntas de las hojas, empujándolas hacia abajo. Algunas de ellas se aglomeran en las láminas verdes y, cuando éstas no aguantan más el peso, se doblan hacia abajo, dejando que un chorrito de cristalina y fresca agua de lluvia me bañe y lubrique mis ojos.
El erotismo y la obligación de hacernos felices: a treinta años de “La llama doble” de Octavio Paz – Ensayo de Pamela Muñoz
No llamamos a algo “bueno” porque lo sea, llamamos bueno a lo que deseamos.
Baruch Spinoza
“Es nuestra ración de paraíso…” es una frase difícil de olvidar luego de mi tercera lectura de La llama doble, publicado por Octavio Paz en 1993. Pero ¿a qué se refería Paz realmente con paraíso? La llama doble, además de ser un ensayo sobre la sexualidad, el erotismo y el amor, es un tratado sobre el paso de estas manifestaciones en la vida y en la literatura. Es un libro que tiene el poder de cambiar nuestras concepciones respecto al desarrollo de la sexualidad, gestionando paralelamente nuestra libertad. No hay nada más erótico que el misterio, y “el misterio de la condición humana reside en su libertad”, escribe Octavio Paz.
Socializando – Cuento de Roberto Garcés Marrero
El fantasma vivía aterrorizado por los seres humanos. Lo juro, me lo contó él mismo en una larga tertulia que tuvimos a la lánguida luz de una lámpara que tenía junto a mi cama. Era muy sensible, me confesó, ante esa manera en la que los vivos trataban de sacar provecho de los otros a toda costa.
Sesión de lectura – Microrrelato de José Ortiz Ugalde
Me senté a retomar mi lectura de El estudio de la literatura fantástica en el Caribe hispanohablante, de Josué Tañada. Reabrí el apartado sobre el estudio de Viaje a la semilla de Alejo Carpentier en donde marcaba mi servilleta y reanudé la lectura. Mientras mi mirada recorría las aseveraciones del autor sobre el cuento, me percaté de que no sólo me resultaba extrañamente familiar lo que leía, sino que podía predecir lo que seguía en el texto. “Debí colocar mal la servilleta”, pensé al principio, pero mientras más me acercaba al final, más fácil era para mí saber lo que seguiría en el texto, al punto de poder situarlo casi de manera íntegra, palabra por palabra, dentro de éste. Cuando di vuelta a la última página del capítulo, sentí que había sido una lectura redundante: parecía que había leído algo que yo mismo concebí.
Editorial (abril) – El Gran Cerebro: la encrucijada cultural de la Inteligencia Artificial (IA)
Ilustración de Darío Cortizo
La inteligencia artificial no es un sustituto de la mente humana, sino un complemento. Es la capacidad de combinar lo mejor de ambos mundos lo que marcará la diferencia en el futuro de la humanidad.
Ginni Rometty, CEO de IBM
La Inteligencia Artificial (IA) es una de las tecnologías que han transformado e impactado a la cultura y la sociedad en los últimos años. Hace unos días OpenAI presentó una nueva versión del ChatGPT —una de las IA más potentes actualmente— en la que, además de responder preguntas, traducir texto y brindar gran cantidad de información, ahora es posible el procesamiento de imágenes y el aumento en el manejo de texto para proporcionar mayor contenido. Asimismo, en esta próxima versión del chatbot se podrá apoyar al usuario con la escritura creativa, componer canciones y escribir guiones. No obstante, OpenAI advierte que el chatbot aún tiene algunas limitaciones, como sesgos sociales o indicaciones adversarias. Lo importante está en la precisión con la que se le pida una determinada tarea, por ejemplo, si lo que se busca es que escriba un soneto, es necesario realizar varios intentos en los que se acumule información acerca de las características de composición de este poema.
Para abril y amantes – Poemas de Franciso Álvarez Koki
Ortografía de tu cuerpo
Desde aquí pienso…
en los puntos suspensivos y las comas
que sólo conocemos yo y tu cuerpo.
Ahora me invade no sólo la tristeza
sino la geografía del silencio.
Cuarenta – Cuento de Diego Alexander Alvarado Pacheco
Al levantar la cabeza descubrió la cara rejuvenecida de su padre. Limpió nuevamente el espejo y escupió una amarga saliva. Es usted señor, escuchó a su conciencia. Dejó el cepillo junto a la crema dental, ambos sobre el lavadero. Quiso verse mejor en el espejo, pero se preocupaba de que su mujer pudiera importunarlo. Segundos después, acercó su rostro envejecido muy próximo al cristal y no quiso ver nada más que su mirada cansina. Retornó a su postura inicial, aunque sintió que su dignidad estaba siendo socavada por su reflejo. Ahora notó una mancha blanca sobre el cuello de su piyama. Inclinó su cabeza hacia el lavadero y dudó. Recogió delicadamente la mancha con su dedo índice. La palpó: era liviana y pegajosa. Miró hacia la puerta del baño: no había testigos. Su dedo fue engullido por su boca; saboreó, con incredulidad, aquel rastro dulce de rebeldía.
Doctor, póngame un chip – Cuento de Eduardo Honey
Aoki toma el balón y se lanza corriendo, esquiva contrincantes, uno tras otro. Está por llegar a la meta cuando da un mal paso y cae, rueda varias veces. El equipo contrario se aprovecha y toma el balón.
—¡Ahora qué, Aoki! —le gritan desde la banca. Aoki, con temor, rueda a un lado y sale de la cancha para permitir la entrada de su relevo. Lentamente, se levanta mientras llega la asistencia médica a revisar si tiene alguna lesión.
Una vez habité una isla – Poemas de Carolina Alvarado
Las nubes y yo recorremos la península
Ni las nubes ni yo escapamos del tiempo
aunque recorramos presurosas la noche
y, en una pestaña, atravesemos la luz.
No escapamos, estamos queriendo atrapar,
en sus manecillas, la mirada coqueta del futuro.
Montadas en una bicicleta, las nubes y yo recorremos la península,
roca de Júpiter, barco de coral, timón del silencio.
Ella, sus ruedas, su silla, empieza a oler a mí, olvida tu olor,
está por nacer, está por morir, está por ser ella misma.