Había una vez, en los tiempos de la intrepidez, un Pipo marinerito, hijo de Mímir y Ran, que un barquito quería comprar porque quería salir a navegar, pero en su reino no lo podía negociar porque como aquel allí no había ninguno igual, así que lo compró en otro reino muy lejano, mucho más lejos que Fram, ese el del astillero Fujian.
Autor: Primera Página
Poésie érotique – Poemas de Yuleisy Cruz Lezcano
Brecha de vida
Cuando la piel boga y va indecisa
al mar de caricias de las manos,
la espuma sale del mar sin prisa,
condensa de suspiros los vientos lejanos.
Estreno de “La era líquida”, de Eduardo Viladés, en México
Tras cuatro años de ausencia, el dramaturgo español Eduardo Viladés vuelve a México con el drama social La era líquida, que podrá disfrutarse el próximo jueves 22 de junio por la tarde en el café-teatro Renzö de la capital. Pablo González y Jorge Hernán se meten en la piel de esta historia de yoes entrecruzados, muerte, aflicción y perdón en una lectura dramatizada que no dejará indiferente a nadie.
Editorial (junio) – Anti-drag: a favor de las infancias o en contra de la disidencia sexo-genérica
Ilustración de Darío Cortizo
El drag ha pasado de ser un arte marginal a entretenimiento mainstream. Ahora es común ver en países como Estados Unidos tanto espectáculos para un público adulto como para familias e infancias: Drag Queens o Kings ya no sólo se presentan en bares y clubes nocturnos, también lo hacen en ambientes familiares, como restaurantes o parques e incluso bibliotecas para realizar actividades de lectura. Aunque parece tener cada vez mayor aceptación, el pasado primero de abril se aprobó una ley propuesta por el gobernador de Tennessee, en Estados Unidos, que prohíbe los actos protagonizados por estxs artistas en espacios públicos o privados donde haya menores de edad. Antes de ser promulgada, se cuestionó si estaba bien que las infancias y adolescencias estuvieran en contacto con una forma de esparcimiento supuestamente inapropiada.
Los dados ya estaban tirados – Relato de Alan Santos
La primera vez que me aproximé con consciencia a la experiencia del miedo tenía alrededor de cuatro años. Claro que tuve miedo antes, pero soy incapaz de recordarlo. De ahí que escoja, un poco arbitrariamente, la primera vez que me dejaron unos instantes solo por la noche, o al menos la primera vez de la que fui consciente de mi soledad, como mi primera experiencia con el miedo. El recuerdo de aquella sensación de abandono me acompaña hasta hoy en día cuando me voy a dormir. Ya no es el miedo en sí mismo —es, más bien, la reinvención del miedo— lo que viene a mi cabeza cuando pienso en aquello que más me ha atemorizado en la vida. Y así fue hasta hace algunos años, cuando pasé de sentir miedo a la soledad a sentir miedo a habitar un cuerpo enfermo. Trataré de aclarar esta cuestión.
Frágiles y precarios – Ensayo de Astrid Arbildo
Astrid, veintiocho años, fan de Patti Smith, cinco fotos cuidadosamente seleccionadas. Luego, dar izquierda, dar derecha, el desfile de rostros y nombres por la pantalla. A las pocas horas algunas conexiones, a los pocos días varias conversaciones pendientes. Al cabo de dos semanas, eliminar aplicación. Perdida en el supermercado sin poder seguir comprando alegremente, sólo fui por esa oferta especial, personalidad garantizada. The Clash sonando en el fondo.
La corbata – Cuento de Aarón Carlos Andrés García
Se apea el sol y la luz extiende sus grandes alas sobre Central Park. Jacob se asoma a los viejos cristales de su mansión. Parece un autómata, pero lo que chirría realmente es la ventana estilo Luis XIV [nota del autor: en un congreso sobre antigüedades alguien que masticaba tabaco insistentemente me aseguró que dicho individuo chirriaba así].
Duelos humanos. A partir de “In Memoriam” – Reseña de Melissa Tarabay
Andrés fue ahuyentado de esta vida hace seis meses. En mi intento de salir adelante con la pérdida y el duelo, estuve en un taller de escritura creativa, donde conocí a Catalina B. y a Milagros. Entré porque las palabras para llorarle a mi mejor amigo, habían comenzado a diluirse. Fue Catalina B. quien me prestó In Memoriam (2022), libro que estuvo en manos de su proyecto editorial independiente Amigas Íntimas, editorial argentina que se publica en textos sobre crítica y arte contemporáneo, al igual que textos literarios de escritorxs nuevxs. Me da la impresión que la elección de colores en la portada del libro, un fondo azul rey con el tono rosa pastel en el título y la silueta de una vela en la contraportada, remiten confianza de esperar encontrar la trascendencia, más que a la muerte misma.
La montaña ahuecada – Cuento de Carlos Mario Mejía Suárez
Primero fue dueño de nada. Fue recogiendo entre los desechos de otros lo que necesitaba cada día. Era una época de enormes haciendas y tierras de nadie. Y una de esas tierras sin dueño era una montaña de pelados desfiladeros. Un día, él encontró allí una piedra olorosa, rasposa y amarilla. En aquel entonces se quedaba estéril la metrópoli, por allá en lo que para él y los suyos era un paraíso apenas concebible. Resultó que su piedra al ser procesada devolvía a la vida suelos cansados. Los ricos de su propio país, temiendo ser ellos quienes tendrían que hacer el trabajo de poner a producir esa montaña baldía, no rechistaron cuando él pidió del gobierno la propiedad de aquella peña árida. Con los brazos de otros que se veían como él, construyó el primer túnel del cual saldrían carretadas de piedra; pero no en carretas, sino a hombro humano.
A la orden sedienta de tus besos – Poema de Eliette Abril
Ese presentimiento
de haber errado la llave
y no dar con el cerrojo
por más pasos ciegos que emprendan
mis dedos.