“Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas”, reza el viejo adagio. Así lo establecieron los dioses de los shoshones, antiguos habitantes de esas tierras, que delimitaron un cerco sagrado para que todo lo malo quedara encerrado dentro y no pudiera lastimar al pueblo. Funcionó, por muchos años. Los nativos acudían al cerco sagrado una vez al año para dejar ir todo mal pensamiento y toda mala intención, vaciándose de pecados y malas energías para poder continuar con sus vidas tranquilos y felices. Cuando el hombre blanco arribó y tomó posesión de las tierras ancestrales, también se vio beneficiado del cerco. Todo lo que hacían quedaba encerrado en las tierras shoshones y sus más oscuros secretos permanecían ahí, ocultos para siempre.
Autor: Primera Página
Entelequia – Cuento de Pilar Llada Cienfuegos
Por alguna razón, que aún desconozco, el instinto me llevaba al mismo lugar y a la misma hora en donde dos viejos conocidos, aún sin haber sido nunca presentados, se daban cita sin fijar en un bohemio café de tabiques rojos y apliques horteras. Yo solía pasar las tardes sin itinerario definido, azotando las calles como un vagabundo que se arrastraba por las esencias místicas de las arterias más solitarias. Andaba a gatas o en cuclillas, otras a la pata coja, según me cogiera ese día de whisky el cuerpo. Mi intención me doblegaba y tiraba de mí como de un perro, sin oponer yo la menor resistencia. Así, había acabado tirado en más de una ocasión en el banco de un parque solitario y sombrío, a la espera de un alma caritativa que me sacudiera con fuerza y me devolviera a la realidad.
Dulce oscuridad – Haikús de Irelis González Malavé
Ojos de búho
abren al anochecer.
Dos puertas de oro.
Exposición virtual
Miedo: huesped de cuerpos y habitaciones
Todas las líneas en mí – Poemas de Marcela Wengerkiewicz
La reproducción prohibida (1937), de René Magritte
(Des)conocimiento
Cuántas miradas
ella atrae
tan linda
tan emocionante
tan intensa
tan singular
Al otro lado de la infancia: “El libro oscuro”, de Yarezi Salazar
Cuando nos encontramos con un libro para niños solemos pensar que cumple con una sencilla y única función: entretener. Si bien es básico pensar que la literatura infantil ―entendida como un compendio de obras dirigidas a públicos de cierta edad― sea recreativa y hasta divertida, esto no implica que sea simple en cuanto a estilo. Sobre todo, no supone que el tratamiento de los temas sea superficial. A los niños no se les facilitan lecturas sobre política, sociedad o biología, por la aparente distancia que pueden tener con esos intereses. Sin embargo, los cuentos infantiles, por ejemplo, permiten desarrollar la imaginación, el intelecto y, poco a poco, fomentar la capacidad de reconocer las propias emociones a partir de sus personajes. Así, la literatura infantil permite que los niños logren entenderse como individuos, al analizar su ser interior, de modo tal que sean capaces de identificarse con el otro sin importar el tema.
Editorial (julio) – Apuntes para aproximarse a la narcoficción y la narcocultura
Ilustración de Darío Cortizo
Desde una perspectiva antropológica, la cultura “distingue a la especie humana de todas las demás especies”. Desde esta óptica, la cultura es algo intrínseco a cualquier fenómeno humano, por ello, no existe una baja y alta cultura, “pura” e “híbrida”, así como tampoco es posible “tener” o “no tener cultura”. Todo influye en la configuración subjetiva: tiempo, espacio, política, sociedad, tecnología, costumbres, gustos, intereses, redes sociodigitales, tabús, entre otros. Sin embargo, existen estigmas y falsedades elitistas que condenan e incluso censuran ciertas manifestaciones culturales. Ejemplo de ello es la ostentación de dinero, lujos, poder, armas y elementos relacionados con la violencia, el narco y las estructuras de poder semejantes. La presencia de cada uno de estos aspectos se refleja también en diversas producciones artísticas y culturales.
Declaración e incendios – Poemas de Ricardo Sánchez Lara
Los datos son incendios
La niña de vestido no sabe que la miro
(la miro cuando ella camina rumbo a la escuela).
Temprano camina, para agarrar desayuno gratis.
Temprano camina, para evitar la peste de mirarse en los espejos.
Un día en la peluquería – Fotografías de Ana Pobo Castañer
Mis fotos demuestran que cualquier lugar y circunstancia se puede fotografiar para dar luz al trabajo y los objetos cotidianos de nuestra vida.
Equinoccio otoñal – Poemas de Sergio Caballero
Limpieza por la noche
Me gusta hacer limpieza por la noche,
dejar todo en orden
por si mañana no estoy,
por si es la última vez,
por si en algún momento…