A la orden sedienta de tus besos – Poema de Eliette Abril

Ese presentimiento
de haber errado la llave
y no dar con el cerrojo
por más pasos ciegos que emprendan
mis dedos.

De pie,
en quicio ajeno,
o arrodillada en sábanas extranjeras,
me vuelco hacia mi
entrepierna de olvido
y soy desterrada del cuerpo que habito,
mientras mis senos son puertas abiertas al tacto.

Perdida en el laberinto
de la alcoba,
un hilo desde la garganta de un desconocido
me enseña la ruta de regreso a casa.

Al caminar mi sexo guiñe,
parece flores ser por debajo del jarrón,
pretende florecer con sus pétalos marchitos.
Mi sexo llora lágrimas ajenas, de varón.

Y desde la pupila en el espejo
brama una existencia vacía,
como una cerradura que no sirve
sino para que venga una llave
a desmentirla.
Me desprendo de la mirada que te sigue
y de los oídos que se tragan tus mentiras,
y de los labios que se rozan con tu nombre
y de las manos que recorren tus aromas
y de los pasos que te olfatean las suelas,
y los cuelgo enseguida de mi sexo,
que se cansa, se duerme
y despliega las alas,
a la orden sedienta de tus besos.


Autora: Eliette Abril (Ciudad de México, 1999). Estudiante de la Licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas. Considera la poesía como una forma de adueñarse del presente. Ha sido publicada en la revista digital Interliteraria.