I Son las nueve y ya se ha acostadodetrás de la obra, como en una hamaca,maliciosa la creciente luna.Como mujer desnuda en un cuadro,seduce e inhibe, tiene en cuenta miradas descaradas, congelándolesen un encantamiento silencioso.Pero, por […]

Expresiones artísticas de distinto tipo, ya sea de tipo visual o literario, como cuento, poesía o ensayo.
I Son las nueve y ya se ha acostadodetrás de la obra, como en una hamaca,maliciosa la creciente luna.Como mujer desnuda en un cuadro,seduce e inhibe, tiene en cuenta miradas descaradas, congelándolesen un encantamiento silencioso.Pero, por […]
Los Silabergs, ese grupo social al que el crecimiento explosivo de la comunidad relegó a los suburbios, seres inteligentes de barbas lacias y serenidad en los rostros, tribu de antaño golpeada y discriminada cuyos hábitats fueron devorados por espantosas y desordenadas colonias de interés social construidas por el gobierno, comenzaron a involucrarse, con los escasos recursos que les daban sus trabajos de asistencia en ingeniería, en la compraventa y construcción de drones. Al paso de los años construyeron algunos tan grandes que cabían casas dentro. Preocupados siempre, y cuidadosos con las leyes para que la velocidad o dimensiones de los drones no fueran afectados por ellas, no pasó mucho tiempo para que sus viviendas se desplazaran en grupos de tres o hasta cinco juntas.
Para leer a María Negroni hay que deslastrarse de lo preconcebido, abrir los ojos y la mente a otras formas de entender la narrativa, la poesía, el ensayo, y simplemente entregarse al disfrute de la mezcla.
Al término del conteo, el cohete despegó desde el Centro de Lanzamiento de Satélites, y elevándose hacia el cielo iba dejando una espesa estela de color blanco, semejante a las nubes. Mirando hacia lo alto, Matías, el niño del poblado cercano, su abuelo, y la gente reunida en las afueras del centro aplaudían y se abrazaban mientras el cohete se hacía cada vez más pequeño a la vista, hasta perderse finalmente en el espacio.
El cuerpo de Minerva permanecía quieto en la orilla de la cama. Dos mujeres, confusas y trastabilladas, le sobaban el pecho y las manos, mientras otras dos corrían sin rumbo aparente alrededor de la casa. Buscaban un médico en los rescoldos del invierno, entre los montones de objetos antiguos. Telefoneaban, se nublaban, aullaban en silencio. No fue sino hasta que todo hubo terminado que una de ellas pudo al fin salir en busca de auxilio. Era tarde, o tal vez muy temprano. Eran quizá el cielo azul y sus nubes los que condicionaban el tiempo. La mujer entró en la habitación y escuchó un latido ilusorio debajo del metal redondo y frío. Entonces, pronunció las palabras y la más joven saltó desquiciada sobre el cuerpo, volviéndose de mar turbio como una pintura de Turner. Las otras la detuvieron, serenas, en sosiego, y ella se contuvo apretando el vacío con los dientes menguantes.
Provincia del anochecer En este poema hay un gato negroy lo miras desde tus sueñosal notar que conoces sus ojosél también sueña contigoy están sentenciados a viajar juntospor un laberinto infinito mientras cae fango de […]
La mañana empieza
con un fósil
de resina incendiaria.
Chispazos
devenidos
humo
de venidos
hubieses que,
romos,
se han ido
fermentando.
cocinar no es un acto difícil si ya has aprendido a llorar
cortas la carne finges demencia y vuelves a penetrar
con el cuchillo
la misma herida zanjada por la sal
limpias tu herramienta prendes el fuego
procuras perfumar el aire chamuscado
la suerte se sienta
con sus dos caras probables
fumando y murmurando uno que otro prejuicio
qué poco elegante el que va de tenis
ha de traer pisando también el corazón
no está de moda llevar la nostalgia en un collar
ni los gustos grises de la ropa
quiere disimular cuando la miro
jugar a que no me atraviesa
los huesos
a que no vislumbra
en mí
una casa embrujada
por la apatía
fuma y desvía la mirada
escupe [por escupir]
tremendas bocanadas de humo
con voz ronca dice nada
aunque intenta
[políticamente]
decir un perdón
Todos los haikus fueron publicados en Camino en silencio (Editorial Veletea, 2021)
Flores y espigas
en los bancos del parque
brisa ligera.