Mensaje
Escribir para la posteridad, dijeron los poetas.
Y el sol encaneció detrás del horizonte,
los árboles dieron sus frutos más silvestres,
del papel brotó la neblina más espesa,
la noche convocó a todas las muertes,
el hombre caminó hasta redimirse,
el cielo apagó todos sus anuncios,
el mar lloró para abrazar sus costas,
el fuego arrojó el primer lamento,
la tierra dio un galope hasta sacudirnos los pies,
los pies buscaron arenas para hundirse;
las arenas, aguas para no olvidarnos del recuerdo del mar;
no olvidamos,
decirle al mar que la muerte no ha despoblado sus playas,
decirle a la noche que la muerte no ha despoblado sus lunas,
que morir es otro eco del mar mientras soñamos,
que nosotros somos la muerte en el intento de redimirla,
que la vida somos nosotros al recordar a quienes mueren
enterrando a quienes viven de la suerte de la unión,
que vamos amando la muerte, porque algo debemos honrar,
que, ante la sospecha del fracaso, aún, tenemos la muerte como guía,
los poetas dijeron que había posteridad porque había cielo,
los poetas dijeron que había posteridad porque había muerte.