Reseñar poesía se siente un poco como explicar un chiste. A diferencia de la prosa, un resumen no basta para saber a medias tintas en qué consiste el argumento. Cuando se trata de poesía, conviene sentarse a leer (en voz alta, preferentemente) para dejarse llevar por los juegos del lenguaje antes de llegar a conclusiones. Cada lector brinda sus propias interpretaciones según como le resuenen las palabras en los oídos y en la mente. En La comprensión de la obra de arte literaria, el filósofo Roman Ingarden señala, de manera general, que toda obra se completa hasta que llega a manos del receptor, por lo que, desde esta teoría, depende del lector sentir al texto como algo poético o no.
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Equinoccio otoñal – Poemas de Sergio Caballero
Limpieza por la noche
Me gusta hacer limpieza por la noche,
dejar todo en orden
por si mañana no estoy,
por si es la última vez,
por si en algún momento…
Los dados ya estaban tirados – Relato de Alan Santos
La primera vez que me aproximé con consciencia a la experiencia del miedo tenía alrededor de cuatro años. Claro que tuve miedo antes, pero soy incapaz de recordarlo. De ahí que escoja, un poco arbitrariamente, la primera vez que me dejaron unos instantes solo por la noche, o al menos la primera vez de la que fui consciente de mi soledad, como mi primera experiencia con el miedo. El recuerdo de aquella sensación de abandono me acompaña hasta hoy en día cuando me voy a dormir. Ya no es el miedo en sí mismo —es, más bien, la reinvención del miedo— lo que viene a mi cabeza cuando pienso en aquello que más me ha atemorizado en la vida. Y así fue hasta hace algunos años, cuando pasé de sentir miedo a la soledad a sentir miedo a habitar un cuerpo enfermo. Trataré de aclarar esta cuestión.
Duelos humanos. A partir de “In Memoriam” – Reseña de Melissa Tarabay
Andrés fue ahuyentado de esta vida hace seis meses. En mi intento de salir adelante con la pérdida y el duelo, estuve en un taller de escritura creativa, donde conocí a Catalina B. y a Milagros. Entré porque las palabras para llorarle a mi mejor amigo, habían comenzado a diluirse. Fue Catalina B. quien me prestó In Memoriam (2022), libro que estuvo en manos de su proyecto editorial independiente Amigas Íntimas, editorial argentina que se publica en textos sobre crítica y arte contemporáneo, al igual que textos literarios de escritorxs nuevxs. Me da la impresión que la elección de colores en la portada del libro, un fondo azul rey con el tono rosa pastel en el título y la silueta de una vela en la contraportada, remiten confianza de esperar encontrar la trascendencia, más que a la muerte misma.
Perros de baldío – Cuento de Mariana Alcántara Lozano
Ilustración de Rubén Ojeda Guzmán
Qué tristes y polvosos son esos perros que viven en los baldíos. Siempre en grupos de tres o cuatro, casi nunca hay más porque con facilidad se detona la violencia y terminan matándose de forma brutal entre ladridos, gruñidos, aullidos y jadeos intermitentes. Ahí están ante el sol inclemente arrebujados en puñados en las ínfimas sombras que va dejando el día, siempre adormilados, mosqueados y rascándose, parecen perdidos, pero no están tanto. Atacan intempestivamente a cualquier otro perro o persona que los toque fortuitamente, con una dosis de la naturaleza violenta y salvaje con la que han curtido sus pieles. Los perros de baldío son nocturnos casi siempre en ausencia del calor y la rasquiña que subleva los bochornos del sol, salen a pasear con mayor ligereza, sin ese letargo infinito que provoca el calor y la deshidratación. Por la noche buscan alimento en la basura o en los restos de los puestos de comida que tiran migajas, llenando casi nada esas panzas vacías, ruidosas infestadas de lombrices. Estos perros van juntos y si se separan no van muy lejos uno de los otros, pues saben de los peligros que implica vivir entre humanos, esa especie ruin que los golpea, los usa para pelearlos, vejarlos o desquitar su propia rabia, esos que día con día los desprecian y ahuyentan de todos los lugares en los que intentan resguardarse. Los humanos representan lo peor, pero también representan el sueño de una vida mejor. Por generaciones han oído el mito del amo, del amoroso dueño. Sus orejas gachas y mordisqueadas, infestadas de garrapatas y ácaros, han escuchado el rumor de que existen algunos humanos capaces de tener actos amorosos, de proporcionarles casa y sustento durante toda su vida, otorgándoles el valioso privilegio de vivir en su manada. Cuentan que es tanto el amor que sienten por los perros que cuando mueren sufren su partida con gran dolor y tristeza, dicen que algunos no lo superan nunca. Esos humanos, los amorosos, les dedican poemas, novelas, retratos, fotografías y disciplinas especializadas para entenderlos y poder curarlos.
Doctor, póngame un chip – Cuento de Eduardo Honey
Aoki toma el balón y se lanza corriendo, esquiva contrincantes, uno tras otro. Está por llegar a la meta cuando da un mal paso y cae, rueda varias veces. El equipo contrario se aprovecha y toma el balón.
—¡Ahora qué, Aoki! —le gritan desde la banca. Aoki, con temor, rueda a un lado y sale de la cancha para permitir la entrada de su relevo. Lentamente, se levanta mientras llega la asistencia médica a revisar si tiene alguna lesión.
Un lugar para las pérdidas – Poema de Edwin Guillermo Pérez Flores
Oh las cuatro paredes de la celda
César Vallejo
[…]
Criadero de nervios, mala brecha,
por sus cuatro rincones cómo arranca
las diarias aherrojadas extremidades.
I
El insomnio sepulta la noche en mis ojos,
ya no podrán ocultarle al tiempo tu cuerpo.
Mis lágrimas se hacen luciérnagas
suspendidas sobre la rapiña de las sombras.
Sólo han olvidado un vacío en mi boca,
la rabia de las paredes ahora lo destroza,
abandonando en la palabra desperdicio
el cadáver de una vida que todavía no he vivido.
“Somos animales en peligro”, de Verónica Bujeiro: identidad y morriña
Pero si un día ya no está notarías la diferencia.
Verónica Bujeiro
Somos animales en peligro (2022), de Verónica Bujeiro (Ciudad de México, 1976), publicada por la Universidad Autónoma de Nuevo León, se presenta como teatro. Ahora bien, quien espere encontrar una pieza convencional quedará gratamente sorprendido con una obra híbrida, a ratos más cercana a la poesía, donde la autora nos confía, como quien habla a un amigo, un pedazo esencial de su vida e identidad. El resultado es una historia que, aunque parte de la experiencia autobiográfica de su creadora, apela a cada uno de nosotros por los conceptos tratados: la identidad, el sentimiento de pertenencia, el miedo a ser olvidado y la morriña (concepto gallego para designar la nostalgia de la tierra natal).
Retorno inconcluso – Poema de Alejandro Sánchez Cancino
Truenas una estrella
y abrasas la penumbra.
Me besas
y trazas un instante
que quedará derretido
hasta el vientre blando
del recuerdo.
Febrero 9, 2023 – Cuento de Judith Valeria Trujillo Morales
No quiero envejecer, pero sin duda es un proceso inevitable. Temo envejecer superficialmente porque me hace dar cuenta de que no puedo hacer borradores de mi vida una y otra vez, comenzando como si tuviera veinte. Siempre ha sido mi más grande miedo y mi fin autoprogramado está llegando.