“Salón Virtual de Arte te está siguiendo” aparece en la pantalla del celular.
I
Entro a Instagram para ver la notificación: no es una cuenta de artista, no es un portafolio, no es una persona; es un espacio de curaduría virtual. Todo me pasó por la cabeza, empezando por los prejuicios; no porque no creyera en las posibilidades de la curaduría para expandirse, desdoblarse, reinventarse, sino porque la academia pesa y la institución también. Entonces cliqueé en Seguir también, dejé las terquedades de lado y exploré el sitio. Quedé maravillada, por decir poco. Ahí empezó mi entusiasmo por este proyecto de Paola Talavera, apasionada curadora virtual, quien está proponiendo congruentes y sólidas lecturas sobre los procesos curatoriales y las muestras en línea desde octubre de 2020.