Por Jesús Nieto Hay músicos que se adecuan a un público o un mercado. Evalúan sus puntos fuertes y disimulan sus flaquezas, o se esmeran en paliarlas con la finalidad de estar a tono en […]
Categoría: Ensayo
Textos ensayísticos de temas libres.
Las brujas de Miller, el marxismo de Gramsci
El marxismo produjo distintos enfoques teóricos para el análisis del contexto, ya sea económico, social, artístico o literario. Los elementos con los cuales se evalúa cualquier fenómeno del hombre, aún resultan interesantes para el estudio de las circunstancias humanas y del entorno. Dentro de esta doctrina, Las brujas de Salem, de Arthur Miller, sobresale por su explícita denuncia a los problemas del «macarthismo».
Mamá, papá: soy heterosexual
Es la tarde de navidad, 25 de diciembre de 2016, en la televisión se anuncia la fatídica noticia, este año se ha cobrado una nueva víctima: el compositor y músico británico, George Michael, falleció en […]
Nuevas lecturas sobre el canon decimonónico: Juan Robreño como el medium en Los Bandidos de Río Frío
La novela de Manuel Payno puede considerarse como el punto álgido de la narrativa mexicana en el siglo XIX, pues como dice Blanca Estela Treviño que “Los Bandidos de Río Frío es la novela más ambiciosa del siglo XIX mexicano […] En ninguna otra novela […] se advierte tan bien la propensión totalizadora que alberga esa ficción literaria”[1]. No es otra novela donde se ficcionalice la construcción de la nación, es la novela que totaliza todos los aspectos culturales, sociales y antropológicos que conformaron la identidad de hace dos siglos.Este pequeño ensayo aborda dos aspectos de la obra: primeramente, la discusión sobre la adscripción al realismo o al naturalismo y, en segundo lugar, tomando el concepto de medium de Mariniello, se estima el personaje de Juan Robreño en su función y relación con el universo narrado.
RETRATO DEL JOVEN POSEÍDO: Prólogo inédito de Eduardo Cerdán para «Los demonios de la depresión» de Anamari Gomís
* Este prólogo acompañará la reedición de Los demonios de la depresión, de Anamari Gomís, en Ediciones Cal y Arena, aún sin fecha de publicación. Parecerá acaso extraño a alguno de nuestros lectores que sea yo, […]
El placer del texto: reflexiones en torno a Roland Barthes
El lenguaje es una piel:
Fragmentos de un discurso amoroso, Roland Barthes
yo froto mi lengua contra el otro.
Es como si tuviera palabras a guisa de dedos,
o dedos en la punta de mis palabras.
Mi lenguaje tiembla de deseo. […]
(el lenguaje goza tocándose a sí mismo).
Corría el año de 1973 cuando Roland Barthes publicó El placer del texto, dentro de lo que se ha considerado su “segunda etapa de pensamiento crítico”, en la cual dialogó con teóricos como Freud y Lacan. En el caso de este libro, por ejemplo, fácilmente puede percibirse la influencia de la escuela psicoanalítica, al reconocer conceptos centrados en la experiencia del sujeto, como el goce y el placer. Barthes plantea aquí una reivindicación de este último a través de una reflexión en torno al lenguaje. Para este autor, es el lenguaje el principal sujeto y objeto del placer, mientras el texto, que a su vez resulta una suerte de contenedor de ese lenguaje, presenta rasgos de cuerpo humano capaces de generar, con quien guste interactuar con él, una relación erótica.
Tercia de trenes: Borges, Bolaño y Arreola
El espacio dentro de la literatura exige, casi siempre, un análisis profundo que implica cambios, referentes, influencias o elementos importantes dentro de la interpretación para el desarrollo del arte. Una estación de tren puede enmarcar un ambiente austero (casi desierto), pero a la vez crítico; quizá además puede ser el destino o un axis mundi que distingue la ambivalencia en la que vivimos: el bien y el mal, la luz y la oscuridad… lo rural o lo urbano. En cualquier caso, su relevancia como tópico es innegable; tal es el caso de «El sur» de Borges, «El gaucho insufrible» de Bolaño y «El guardagujas» de Arreola.
De bibliotecas: la «Biblioteca de Babel» y la Biblioteca Nacional de México
La palabra ‘biblioteca’ se encuentra definida en el Diccionario de la Real Academia Española como la “institución cuya finalidad consiste en la adquisición, conservación, estudio y exposición de libros y documentos”. Es decir, se trata de un espacio brindado al interés público, donde el objetivo es una especie de vaivén entre el tener y el procurar textos. Reducida a una dinámica de transacción material y reclutamiento de documentos, podría decirse que la biblioteca no encierra ningún tipo de enigma. Afortunadamente, la literatura tiene registro de otro tipo de apreciaciones sobre estos espacios. Jorge Luis Borges, por ejemplo, reveló lo fascinante que puede llegar a ser este sitio en su cuento “La Biblioteca de Babel”.
Lo que Borges propuso se presenta inconmensurable, como el mismo universo. Las galerías que contienen los libros se expanden quizá hasta el infinito y hacia todos los puntos, eternamente. Los libros que ella resguarda abarcan todas las lenguas y los dialectos, todas las exégesis, todos los manuscritos variables. Incluso en esta Biblioteca uno podría adentrarse a buscar el libro que hablara de todos los libros, con la posibilidad de no encontrarlo nunca, o bien, de hallarlo “milagrosamente”. La Biblioteca de la que habla Borges cuenta con sus propios métodos lógicos que en teoría posibilitan acertar con el libro buscado. No hay un solo volumen que no esté en ella y pareciera que la posible existencia de esta Biblioteca fuera la prueba inefable de que el hombre por fin haya ha logrado preservar y organizar el conocimiento de la humanidad.
Inmortalidad y memoria: una paradoja borgiana
La búsqueda de la trascendencia es un propósito que ha sobrevivido desde siglos atrás. En la Edad Media, las hazañas –en el mundo de la caballería– aseguraron, para algunos, el reconocimiento de la gente, además de la salvación del alma desde la perspectiva del cristianismo. De esta forma y unidos por ese objetivo, muchos escritores han intentado conquistar la inmortalidad en un universo interminable como lo es el de la literatura.
Future politics de Austra: la libertad de sentir, ser y soñar.
Ganó la intolerancia, ganó el miedo, ganó el prejuicio: este tiempo se avecina incierto porque los logros en la igualdad y la tolerancia se han tenido en menos cuando la gente, inconforme con los Gobiernos, hace atento oído a los discursos de odio y miedo achacando el origen de su inconformidad a los grupos vulnerables, marginados. Tiempos oscuros, sí, pero aún hay motes de luz brillando en el abismo. Como dice David Bowie en «Blackstar»: In the Ville of Ormen stands a solitary candle. Una de aquellas velas solitarias es Katie Stelmanis. Su disco, un mote de luz ensoñada, imaginada y necesaria, llegará justo cuando las políticas de Donald Trump se pongan en marcha.