Y no sé
Sujata Bhatt
cómo hablar de esto, incluso contigo.
Somos dos.
No, no hay problema en que durmamos en la misma cama, le dijiste al dueño por teléfono.
Me miraste de reojo en espera de mi confirmación: asentí.
Está bien, entonces llegamos el martes cuatro; sí, una semana.
Después de ahí, la habitación de un desconocido. Muros blancos y sobre una televisión en desuso, platos con nombres de diferentes ciudades: Madrid, París, Lisboa… Me preguntaste si alguna vez había ido. Bien sabías que no.
Hablabas contigo en voz alta, casi dando una clase magistral, sobre las casas de Portugal. A veces lanzabas palabras muy al aire y que no alcazaba a entender porque no te había puesto atención los últimos diez minutos. Me limitaba a decir: ¿cómo? Te digo que me sorprendió ver tantas casas abandonadas… No hay sentido de pertenencia, mínimo una casa vacía por calle. La ropa también se tiende en la vía pública… Alcé mis hombros.
Sólo guardaste silencio cuando suspiré porque detrás de sus cortinas, la única ventana escondía otro muro… Ya era de noche.
Dormir en la misma cama sería la estrategia a emplear para demostrarnos que entre nosotros nada existía. Entonces, a las cuatro de la mañana, emancipándonos de la voluntad que nos unía a los lados opuestos del colchón, iríamos a reunirnos al centro. Tu mano izquierda estaría sobre mi espalda; a la derecha la retendría entre la cama y mis dedos. Cada vez un poco más cerca mi cuerpo de tu cuerpo, como por la inercia del mismo peso.
(La palabra fragilidad sólo debería usarse para hablar de las promesas.)
Tiempo después el acantilado reaparecería. Y tú, simulando movimientos de alguien que descansa, volverías a tu posición inicial; y yo, simulando toser, haría lo mismo.
Ayer por la noche nos he imaginado en una casa, cualquier casa, eso no importa.
He imaginado que hacemos, por fin y después de tantos años, el viaje que nos habíamos prometido.
No hay destino aparente: sólo una casa, una recámara, una cama matrimonial.
***
Autora: Danhia Montes (Pachuca, Hidalgo) es licenciada en Letras Hispánicas por la Universidad Nacional Autónoma de México. Su producción escrita abarca poesía y narrativa, y ha sido presentada eventos como: “2º encuentro efímero de poesía” de Pachuk Cartonera, “Primer Foro de Escritores Hidalguenses”, organizado por la Secretaría de Cultura del Estado de Hidalgo; “Lectura del futuro: 10 escritoras del mañana, hoy”, organizado por la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Hidalgo, “Mesa de diálogo entre poetas mexicanas”, organizada por la Feria Universitaria del Libro 2019; entre otros. Ha sido becaria del Festival Internacional de Escritores y Literatura en San Miguel de Allende, invitada de honor en la Feria del Libro UANLeer y ha tomado talleres con escritores como Diego José, Julián Herbert, Lori Horvitz, Gibrán Portela, Ana García Bergua, Geney Beltrán Félix, Tryno Maldonado, James Hoch. Actualmente trabaja en actividades de fomento a lectura, es tallerista de Creación literaria y coordina el Círculo de escritura Margarita Michelena.
