Quien escucha salsa y algo como un brinco animal empieza a sacudirle las caderas y los hombros, debe leer la crónica del puertorriqueño Edgardo Rodríguez Juliá: El entierro de Cortijo; publicada en 1982, mismo año de la muerte del músico boricua. Pero también debe leerla quien haya nacido entre la pobrecía de Lima, Caracas, Cali, Ciudad de Panamá, San Juan, La Habana, Veracruz, Nueva York o cualquier zona candelosa que desde los años sesenta venga trasnochándose al ritmo de los cueros aguardientados por una descarga bestial de Cortijo y su Combo. Debe leerla quien se asuma parte del feliz mulataje y entienda que las madrugadas en el barrio no llegan solamente con sabor a salsa, sino que también truenan seco y duelen de cansancio.
Categoría: Música
Reseñas y recomendaciones de canciones/discos/ep’s/singles, etc. Relaciones de conciertos o eventos musicales.
Playlist: Voz de mujer en pie de lucha
¿Y si Dios fuera mujer?
El último siglo ha sido el de las más importantes revoluciones sociales de la historia, y a nosotros, habitantes del mundo occidental del siglo XXI, nos está tocando vivir una de las más importantes y significativas luchas que, hasta donde abarca la memoria, ha sido perseguida por incontables personas en las más distintas épocas y latitudes: la liberación femenina.
La playlist que les ofrezco es una pequeña recopilación, un intento de homenaje a algunas de las mujeres más importantes que a lo largo de este último siglo han entregado su voz para hacerla el recipiente de toda una ideología que busca derrumbar estigmas, tradiciones infundadas y normas caducas.
Olivier Messiaen: Aves Exóticas
Desde lo obscuro, un silbido corta la línea sangrante de oro en el cielo. El pulso de un rito da paso al siguiente. Cantando, las madres despiertan a sus hijos y al enamorado a quien adora. Un resplandor de sonido baña de arriba a abajo los árboles que se tambalean con el aletear de las voces: el coro permanente de las infinitas mañanas en el bosque, hasta el final de los tiempos, canta salmos de un dios benevolente que otorga a las aves el deseo de vivir. Al presentarse el hombre en reverencia frente a esta ceremonia milenaria, sólo desea “desaparecer detrás de las aves”.
Septicflesh con orquesta sinfónica y dos coros
¡SEPTICFLESH CON ORQUESTA SINFÓNICA Y DOS COROS!
Más de 100 músicos en escena el 2 de Febrero de este año en el Teatro Metropólitan acompañarán a Septicflesh. Este evento se filmará en DVD para su primer lanzamiento con NUCLEAR BLAST. Eyescream Productions y Symphonic Experience se enorgullecen en presentar a la banda Griega más importante del momento.
Música cinematográfica: Desentrañando la narratividad sonora
La música, como todo lenguaje humano, lleva dentro de sí la presencia de una intención comunicativa. No existe canción, obra o fragmento musical que esté privado de cierto carácter semántico que pueda llegar a adoptar un significado al ser recibido por un oyente. A partir de su propio contexto, ese receptor le dará un sentido propio a aquello que escuchó, transformando la sonoridad en un valor semántico.
Esta característica intrínseca de la música ha sido aprovechada dentro de diferentes ámbitos, que van desde el desarrollo de música ambiental para restaurantes y hoteles hasta el empleo de la misma en la industria mercadotécnica con la creación de comerciales y spots publicitarios.
Pero de entre todas las formas de expresión que con el paso del tiempo han usado la música como un elemento que dota de significado dentro de su conformación, la del lenguaje cinematográfico es la que ha logrado generar uno de los fenómenos más complejos e interesantes de todos.
Sonidos del viaje y el camino: Música y migración
«El emigrante»
—¿Olvida usted algo?
—¡Ojalá!
Luis Felipe Lomelí
Por el camino va andando una figura. Lleva a sus espaldas una pesada mochila, llena de ropa, pedazos de comida y un poco de dinero. A cuestas lleva también fotografías en donde se observan las miradas amorosas de aquellos que se quedaron atrás. Va cargando tras de sí con el peso de un hogar abandonado y en sus hombros ya se resiente el dolor provocado por la dureza del sendero. No podría llevar peso más grande que este, porque sin saberlo con él van viajando también sus historias, su familia, su tierra, toda una cultura que se ha colado entre los pliegues de su mochila. Nosotros, espectadores, vemos cómo la vereda se desdibuja por momentos, sin embargo, no debemos olvidar que todos los caminos del mundo han sido trazados por el andar de ese migrante.
Metal en el Lago Vol. 1: Crónica en dos colores
Texto y fotografías por Arturo Meléndez
¿La Bestia volverá a México? Aún no lo sabemos. Festival BESTIA, aquel que en otrora presentó a Godflesh y John Zorn, no ha dado señal de vida desde hace tiempo. Sin embargo, la esperanza de una nueva edición fue devuelta por “Metal en el Lago Vol. 1”, un pequeño pero ambicioso espectáculo realizado el 20 de octubre en la Casa del Lago del Bosque de Chapultepec, organizado por BESTIA y que incluyó en sus líneas a las agrupaciones de avant-garde metal Descartes a Kant (Guadalajara, México) y Cleric (Pennsylvania, Estados Unidos).
Día de muertos: De difuntos y sus canciones
Esta tierra de panteones
De dolientes se ha llenado
Sobre las tumbas, hay flores
Que son ofrenda de los muertos
Y de los vivos, canciones
En el centro hay un ramo de flores recién cortadas. El aire que acaricia los pequeños pétalos amarillos trae consigo aroma de incienso, calabaza y pan caliente. Sal, agua, una cruz grande de madera, todo acomodado entre las pequeñas llamas de las veladoras de colores que alumbran el altar. Algunas gotas de cera caliente se funden entre las graciosas formas del papel picado. Los rostros nos observan fijamente a través del cristal de los retratos; miradas intercambiadas de uno y otro lado. Ya todos están sentados a la mesa. Entre vapores de nostalgia y chocolate caliente el ambiente se va llenando de historias y de risas y de canciones. Una lágrima, dulce como calaverita de azúcar, se resbala por los recuerdos. En esta noche de Día de Muertos, la vida y la muerte al fin han venido a cenar juntas.
György Ligeti: Atmósferas
El día permanece muerto, pero es ahora, en la recobrada lucidez de la mente despierta, que sabes nombrar el terror de piel fría que desprende su red partiendo hacia el olvido. El sueño nace sin límites. Impermeable al deseo del portador, se desliza entre las categorías sin nombre de la mente, cazando la presa que escondiste. Desde este tapiz de hilos sin fin, entes desfigurados toman la imagen de objetos solo relacionados por una metonimia ininteligible. El gradiente que imaginas entre el ensueño y la pesadilla es ilegítimo durante la noche. Tanto es así, que al sueño libre, para transformar la fascinación en angustia, le basta solo la muerte del ser amado, la violación de la estrella, el fuego, el pantano, el espejo o la maraña de seda que el enjambre de gusanos dejó a su paso cuando el terror te obligó a despertar. A lo lejos, un murmuro.
Entre el destino negro y una vida en rosa: Édith Piaf
«Las noches de amor tienen que terminar
Una gran felicidad toma su lugar
Los problemas y penas se alejan
Felicidad, felicidad hasta morir»
Édith Piaf
Fue un once de octubre. En la memoria se quedaría impresa aquella tarde gris de vientos otoñales que arrastraban las hojas secas por el suelo. La abrumadora noticia corrió por la radio, por el periódico, de boca en boca. Las calles parisinas se volvieron caudalosos ríos de gente. El tráfico detenido. Todas las voces calladas. Hay quien afirma que desde los días de la Segunda Guerra Mundial ningún acontecimiento había paralizado de tal manera el corazón de Francia. Rumbo al cementerio de Père Lachaise, más de cuarenta mil personas peregrinaban alrededor de un pequeño féretro. El gorrión no cantaría más. La nota final de “La vie en rose” se apagaba en el susurro del aire entre las ramas desnudas. El dolor de toda una vida culminaba en la última escena de la tragedia. Édith Piaf había muerto.