Introducción
Recuerdo una ocasión en clase de arte novohispano, durante la carrera de Historia del Arte, en la que se sugirió como trabajo final desarrollar un guion curatorial para una exposición simulada. Un juego, pues. Las reglas eran que debíamos utilizar piezas de la colección del Museo Franz Mayer (CDMX) y buscar un hilo curatorial que resultara “relevante”. En su momento, yo planteé la idea de una exposición que reuniera piezas cuyas técnicas se vincularan con el maltrato animal. Asimismo, presentaba al final del recorrido información sobre la relación que actualmente los humanos tenemos con las especies afectadas para la creación de las piezas expuestas. La propuesta, pues, giraba en torno a qué tanto son prácticas aún vigentes.