Al levantar la cabeza descubrió la cara rejuvenecida de su padre. Limpió nuevamente el espejo y escupió una amarga saliva. Es usted señor, escuchó a su conciencia. Dejó el cepillo junto a la crema dental, ambos sobre el lavadero. Quiso verse mejor en el espejo, pero se preocupaba de que su mujer pudiera importunarlo. Segundos después, acercó su rostro envejecido muy próximo al cristal y no quiso ver nada más que su mirada cansina. Retornó a su postura inicial, aunque sintió que su dignidad estaba siendo socavada por su reflejo. Ahora notó una mancha blanca sobre el cuello de su piyama. Inclinó su cabeza hacia el lavadero y dudó. Recogió delicadamente la mancha con su dedo índice. La palpó: era liviana y pegajosa. Miró hacia la puerta del baño: no había testigos. Su dedo fue engullido por su boca; saboreó, con incredulidad, aquel rastro dulce de rebeldía.
Etiqueta: Creación literaria
Febrero 9, 2023 – Cuento de Judith Valeria Trujillo Morales
No quiero envejecer, pero sin duda es un proceso inevitable. Temo envejecer superficialmente porque me hace dar cuenta de que no puedo hacer borradores de mi vida una y otra vez, comenzando como si tuviera veinte. Siempre ha sido mi más grande miedo y mi fin autoprogramado está llegando.
En aquel entonces – Cuento de Orlando Sánchez Patiño
Ilustración de Orlando Sánchez Patiño
Nunca me han gustado los caldos. Siempre se sirven cuando hace mucho calor o cuando son acompañados con alguna pieza de pollo mal cocido; sin embargo, el caldo que comí en aquella ocasión no me desagradó. Aunque la carne que contenía era chiclosa, tenía un sabor novedoso que no había probado antes y que jamás probé después.
Antes de Efe || Poema de Marea González Díaz
Crecer en la Ciudad de Méxicoes no pisar las rayas o pierdes,pero grita “safo” si ganar es lo que quieres.Arrancar el último diente de leónporque necesitas esa suerte para llegar al Oxxo antes de las doce.Azoteas […]
Escritores suicidas || Texto de Juan Francisco Hernández
Para mi amiga, Guille Zavala Monroy El pelo a la garçon de Alejandra Pizarnik, rozando el colchón, pegado a un muro negro, cubierto con recortes de revistas, cajetillas de cigarrillos y poemas sueltos. El […]
Imagen del veinticinco de mayo || Cuento de Melissa Tarabay
Ilustración de Robert Bélanger
Ya no veo nada pero siento todo. Resuena en mí la vibración del poste que se acaba de caer a la banqueta por el impacto del Audi gris; el pánico lagrimeado del chofer que arruinó su vida y la de las familias de los muertos y afectados; la tragedia inyectada en el cuerpo de una madre aferrada a su hijo, ahora ambos abrazados por la muerte y marcados por las llantas de un coche; y el gran barullo de una multitud alrededor de los heridos, consternados y grabando con morbo lo que sucede en Avenida Revolución. Ha llegado una patrulla que, al parecer, se encarga únicamente de proteger al pasajero del Audi, el embajador guatemalteco, de la furia colectiva desatada alrededor, que no paran de gritarle: “¡Asesino!, ¡no le cubran la cara!”.