Categoría: Opinión

Artículos de opinión acerca de cualquier tema. Las opiniones emitidas por los autores (en esta y las otras secciones) son responsabilidad de ellos y no de la revista como tal.

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Generation Hustle reseña

Generation Hustle y el problema del capitalismo

Ilustración de Carlos Gaytan

El ideal

El dinero, en sus expresiones más complejas, rige el modo de vida de los países occidentales. La publicidad no sólo sirve para vender un producto, sino para extender los alcances de un sistema. No quiero invertir en Bitcoin y ser cómplice del deterioro ambiental que resulta del consumo eléctrico de esta red económica que representa el punto más perfecto del liberalismo; no quiero invertir en Forex cuando la mayoría de los estados atraviesan la crisis que ha provocado la desregulación del mercado; no quiero quedarme con las migajas espaciales de Bezos ni con las innovaciones capacitistas de Musk. El punto principal es que parece no haber formas concretas en las que uno pueda reproducir su existencia material —trabajar, ganar dinero, comer para volver a trabajar después— sin favorecer el modo de producción que ha causado que la riqueza se encuentre en manos de unos pocos.

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Sexo, Grindr y ketamina: «Dicknidad», de Dave Brennan

¿Qué les pasa a los cuerpos cuando coger está a un tap de distancia? ¿Qué les pasa a las relaciones cuando hay ketamina? ¿Qué les pasa a los signos zodiacales cuando Ofiuco, el decimotercer signo, descoloca las fechas del calendario astrológico? ¿Qué hay en el sexo con heterosexuales que tanto encanta a Rodrigo Ciantoro? Aquelarre de Tinta publicó recién Dicknidad (2021), de Dave Brennan, y sus páginas contienen un catálogo de experiencias de una comunidad gay interesada en la cultura pop, las relaciones de una noche, las aplicaciones y las drogas recreativas.

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«Poetas a la intemperie»: Doce autores contemporáneos al aire libre

Una docena de autores de edades variadas y geografías distintas se reúnen en una antología poética. Una docena de autores que hablan (y escriben) en español. Doce experiencias subjetivas del mundo se reúnen bajo un título: Poetas a la intemperie I. Una docena de prácticas poéticas son arrojadas en conjunto al aire libre. Ahora comparten su exposición al sol y al viento.

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Los Narutos de Schalper – Ensayo de Steff Cárdenas

A propósito de mis casi treinta años, el otro día mientras veía el catálogo del sistema de streaming me di cuenta que últimamente se ha apostado mucho por la animación japonesa, lo cual me hace sinceramente feliz. Fui de la generación que creció viendo Caballeros del Zodiaco, Súper Campeones y La Visión de Escaflowne, sólo por un canal, y si alternabas a la competencia daban Ranma ½, Dragón Ball y Pokemón. Allá por los 90 las televisoras tenían una inclinación por el entretenimiento asiático y era el paraíso, aunque —a riesgo a que me escuche igual que mis tíos de mayor edad— ya nada es como antes. Sin embargo, por aquellos años, recuerdo muy nítidamente cómo las amistades de mi mamá (y algunos familiares) trataban de convencerla de que Pikachu era el diablo disfrazado de amarillo, que Ranma ½ me haría homosexual (nada tuvo que ver) y que las letras de los opening de Inuyasha —que me sabía en español y japonés— eran una forma de adorar a Satán; todo esto desembocó en una cacería de brujas en mi propia casa. Todos mis pokemones (los 150 originales) desaparecieron, mis tres decks originales de Yu-Gi-Oh! (incluyendo el de Kaiba y la rarísima —en realidad era bastante común, pero en la serie mencionaban que sólo había tres en todo el mundo— carta de Dragón blanco de ojos azules) y mi beyblade de Kai Hiwatari (con todo bestia bit) tuvieron la misma suerte. Hubo drama, llanto y enojos, me castigaron por desafiar a la autoridad, y terminé por desarrollar un hábito de ahorro para comprar mis cosas.

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Convocatoria – Vejez: Convivencia entre pasado, presente y futuro

El arte de envejecer es el arte de conservar alguna esperanza.

André Maurois

El paso del tiempo deja su huella en cada centímetro de la piel. El ser humano nace, madura y envejece irremediablemente. El andar de los años conlleva experiencia y sabiduría, pero también una constante pugna entre el pasado que conocimos y el futuro que nos depara. Enfrentar la vejez implica encarar el cambio y la ruptura. ¿De qué manera afrontamos cotidianamente el paso del tiempo? ¿Cómo convivimos con la vejez? ¿Cuál es la relación que guardamos con el deterioro de nuestros propios cuerpos? ¿Cómo nos situamos entre el pasado y el presente?

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Panóptico digital

Facebook Ads y el panóptico digital

Ilustración de Carlos Gaytán

El panóptico de Bentham reinterpretado por Foucault es una de las estructuras más simples y más complejas a la vez. La idea de que pueda existir una estructura penitenciaria capaz de vigilar sin vigilar, de castigar sin castigar, de controlar sin controlar, es, por lo menos, tenebrosa. No es una mazmorra ni un calabozo maloliente cuyo carácter es el olvido al que condenaron a Edmundo Dantés. No es, tampoco, una simple prisión-universidad del crimen con celdas separadas y deprimentes como en The Green Mile. Es, de hecho, una proeza arquitectónica y estructural distintiva del poder. En ella, los prisioneros no pueden saber si están siendo vigilados o no, si su comportamiento será susceptible de castigo o si sus captores están planeando algo. El elemento más reconocible del panóptico es que actúa sobre el cuerpo, encerrándolo, pero también sobre todos los estados mentales que permitirían la rebelión en primer lugar. La disciplina no tiene límites.

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Lil Nas X y Ghost in the shell

De «Ghost in the Shell» a “MONTERO”. La creación de nuevxs sujetxs

Ilustración de Carlos Gaytán

Describo, en seguida, la creación paralela de dos sujetxs que pertenecen a las condiciones de su ficción: Motoko Kusanagi, de Ghost in the Shell (Mamoru Oshii, 1995), y Lil Nas X en su nuevo video «MONTERO (Call me by your name)» (2021).

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Hacia el haiku en español – Reseña de «Seis claves para leer y escribir haiku», de Seiko Ota, por Alejandro Chirino

La fortuna del haiku en el mundo hispanohablante ha sido extraña. Por un lado, ha gozado de numerosas traducciones directas del japonés, además de que se han escrito una gran cantidad de haiku originales en español, y ambas aumentan cada año con nuevas publicaciones digitales e impresas; por otro, el haiku ha tenido la mala fortuna de ser muy practicado pero poco comprendido, e imprecisiones y estereotipos continúan propagándose incluso entre poetas y lectores experimentados. Esto probablemente se deba a la lectura reiterada de un grupo reducido de textos y autores populares o canónicos que abordan el haiku con una mirada audaz pero un tanto incompleta (los ensayos y las versiones de Octavio Paz) o de plano infame (pienso en Rincón de haikus de Mario Benedetti). El desconocimiento de la lengua japonesa agrava la visión exotista del haiku, pues impide la lectura directa de los haijin (俳人, poeta de haiku) japoneses y el acceso a los mecanismos poéticos internos del poema que son patentes sólo en su idioma original. A pesar de esto, el haiku ha sorteado estas brechas y se ha aclimatado con éxito a la sensibilidad y a la poética occidentales, en gran medida gracias a publicaciones de divulgación que han ayudado a un entendimiento más profundo entre los hispanohablantes, como El haiku japonés: Historia y traducción (Hiperión, 1994) de Jesús Rodríguez-Izquierdo, Haiku-dō: El haiku como camino espiritual (Kairós, 2008) y Aware: Iniciación al haiku (Kairós, 2013) de Vicente Haya, ambos excelentes traductores y haijin. Seis claves para leer y escribir haiku (Hiperión, 2020) de Seiko Ota se une a esta nómina esencial para la comprensión de una forma poética tan cercana y tan ajena.

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Deseo y fantasía

¿Cómo el deseo se convierte en fantasía y cómo la fantasía se convierte en sexualidad?

Ilustración de Carlos Gaytán

La razón del deseo

Buscar entender en el deseo alguna razón lógica es un despropósito, pues su punto de partida no es cognoscible; incluso, de poder cognoscerse, estaría volcado sobre sí mismo, extendería raíces desconocidas en la abertura del abismo de por sí ininteligible. Si se busca, por otro lado, el devenir deseo, se puede hallar la propia condición deseante como último resultado de todas las disposiciones gestálticas que lo conforman. La voluntad sólo puede ordenar desde el interior del vacío. Esa disposición corre el riesgo de desaparecer en cuanto forme parte de un fenómeno inteligible.