Categoría: Literatura

Reseñas y recomendaciones de libros, reflexiones alrededor de un autor y su obra, lanzamientos de libros.

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Tezcatlipoca strikes back (Guía breve para acercarse al arte contemporáneo)

Un especial agradecimiento a aquellos que, directa o indirectamente, contribuyeron con la elaboración de este cuento-exhibición:
José Guerrero, Sofía Hernández, Joshua Córdova, Karla Baltazar, Catalina Pérez, Baphomet, los antiguos mesoamericanos y a todo el equipo de Revista Primera Página

Era en una noche oscura, tempestuosa, en algún momento de 2019. La quietud que llenaba los pasillos y las reliquias de uno de los museos más importantes de la CDMX se quebró súbitamente. Entre las vitrinas del recinto, un rumor lejano removió el interior de una pequeña y arrumbada estatuilla con la forma de un dios que, con el paso de los siglos, genocidios y catedrales, había quedado casi olvidado.

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Deseos || Cuento de Andrea Jocelyn Mora Méndez

*Fotografía documental de la obra La promesa de la artista mexicana Teresa Margolles

El camino era largo y peligroso. Sabía que no sería sencillo y que podía no llegar a su destino final, pero no le importaba. Ya no había nada que perder. Ya lo había perdido todo y no podían arrebatarle nada más… Todo se lo habían llevado, todo, todo. Le quedaba el miedo y el dolor. Ojalá se llevaran eso también y no sólo lo bueno, ojalá le quitaran su dolor y se pudrieran por dentro como ella se sentía, ojalá su dolor y su miedo los paralizara y los consumiera, ojalá también llevaran huecos y ausencias como los de ella.

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Alergia || Cuento de Melissa Tarabay

No siempre me he sentido cómoda en la casa que habito. A lo largo de esta mediana vida, me he mudado con mis maletas y colchón de cama unas doce veces, sola. He estado en cuartos que me ocasionaron urticaria en la piel debido a la humedad que se estancaba en sus esquinas; estuve en un departamento donde me trataron como una pequeña rata gris, no sabía que me estaba metiendo en un nido de cucarachas; también caí en una casa de asistencia en medio del bosque, y ahí tuve que repartir mi corazón en más de tres pedazos; y a los dos años me fui a una vecindad donde me cambié de departamento tres veces.

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Prosas líricas || Poemas de Jennifer García Acevedo

Sobre un cuadro de Caspar David Friedrich

Un barco se multiplica frente a nuestros ojos, de sus velas penden las espadas que aniquilarán a los hombres. Ningún ángel podrá salvarlos ahora que los animales duermen lejos y el paisaje se revela en una caligrafía extraña. Caminan hacia él impulsados por un gesto ciego, extraen la sal de la ola para cubrir su herida, mientras la tarde se cierra y la sangre fluye hacia otros lugares. Nadie es lo suficientemente viejo para morir o lo suficientemente joven para salvarse. En todos se revela la sombra y la intemperie. Ahí surge el misterio, bajo los signos secretos del aire, en el vértigo que no distingue de nombres, en la universalidad de la muerte y de la luz. Aquellos que vagan por la vida como por una estancia del sueño comienzan a desconocer su destino, observan el incendio en el río y no temen, escuchan el canto de los ahogados, tocan las puntas de las lanzas, y cuando el asesino señala con su rifle, cierran los ojos y esperan. Eso que los lleva a su descenso, los acerca también al origen, en el que extraviados, con la plena ignorancia del mundo, se arrojan al mar y ven sus manos salir a la superficie. A diferencia de ellos, poco puede decirse de los que conocen la inmolación y la niegan, esos que nunca aprendieron de la mosca y su fugacidad o recibieron con humildad los estragos del invierno, para ellos la muerte es una casa lejana, repleta de huéspedes y campanarios, donde nadie más debe entrar. Al final del día no hay que insistir en la permanencia y esconderse. La tierra siempre abre su pecho para encontrarnos.

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Extrañezas || Microrrelatos de Rodrigo López Romero

Censo

El afamado doctor G. ideó hacia el final de su carrera, un método certero para medir la desgracia. Con una serie de exámenes físicos, pruebas de laboratorio y los más diversos cuestionarios y crucigramas, afirmaba que era posible conocer con un imperceptible margen de error la magnitud de las diferentes tristezas y jeraquizarlas. Con esta solución se pretendía saldar de una vez por todas la interrogante histórica de quién sufría más. El Gobierno aplaudió la propuesta y prometió otorgar una exención de impuestos vitalicia a quien resultara ganador.