Pero mi cuerpo, a decir verdad,
Michel Foucault
no se deja someter con tanta facilidad. Después de todo,
él mismo tiene sus recursos de lo fantástico…
Soy un entramado complejo y difuso. Apenas reconozco el rostro que miro al espejo durante las noches, al calor de la mañana o en una tarde lluviosa mientras la paloma busca refugio y entra por la ventana. En realidad, somos un cuerpo tenebroso y frágil. Si pongo la mano sobre la lumbre, comenzaré a sentir dolor y ansiedad. ¿Qué es sentir dolor y ansiedad? Seguramente tiene que ver, en un aspecto metafísico, con una percepción singular de mi esencia. El cuerpo está en cantidades diminutas y efímeras de estructura espacio-tiempo. Soy lo que habito y vivo. O bien, somos un imaginario discreto y complejo que se realiza a sí mismo a partir de su estructura espaciotemporal navegante de la circunstancia que vive.