Autor: Primera Página

Primera Página es una plataforma digital y cultural dedicada la difusión, la crítica y el fomento a la creación artística a través de distintas manifestaciones. Las opiniones aquí vertidas son responsabilidad directa de los autores que las emiten, y no del sitio como tal.​
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Las obsesiones de la carne || Ilustraciones de Mauricio Jiménez

Como si fuéramos indivisibles, creemos movernos en las memorias. Nos sabemos ahora como «dividuos», multitudes de sensaciones que mueven y transforman la memoria. Aquellas partes, las vulnerables, el sagrado erotismo, las pasiones y las obsesiones se extraen, se mordisquea, se distorsiona, se destruye, y se erige un ello torturado, escondido, inmiscuido en su materia, a punto de estallar en sus pasiones, desgarrado por la animalidad que las carnes le provocan.

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El terror de las citas a ciegas: “Rendez-Vouz”

El 42% de los mexicanos ha descargado una app de citas después de haber roto una relación. El 49.5% son hombres y el 26.6% son mujeres, mientras que 32 millones de usuarios han utilizado este tipo de tecnología para poder conseguir o encontrar su siguiente relación amorosa. Como dicen por ahí: “un clavo saca otro clavo”.

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Imaginación(es) || Poemas de Luis Benítez

Revelaciones

Alexander Graham Bell arrojó al futuro
esta pequeña cosa que llevo en el bolsillo,
que me espera paciente en un rincón de la casa,
que me acecha silenciosa todavía en la oficina:
ha colonizado el mundo con voces que no son suyas
y nos obliga ruidosamente a contestarlas.
Contengan la noticia horrenda o la venganza que nos dibuja
un rictus que no reconoceremos nunca ante los otros;
sean el aguijón de nuevas urgencias o breves palabras
que serenan y apaciguan, él las trasmite igual
que a la cobarde amenaza que no tiene un rostro,
los saludos inútiles en cada aniversario o el estúpido
intento de vendernos interminablemente algo.
Indiferente a lo que dice su micrófono,
lo lleva a miles de kilómetros para que inevitablemente lo reciba alguien,
como un bombardero atento sólo a la puntual
entrega de su carga que cambia las cosas para siempre.
Quizá su placer desde hace un siglo sea engañarnos
creyéndole que hablamos con los vivos,
cuando al teléfono exclusivamente lo hacemos con fantasmas.