Las ensoñaciones del mal – Cuento de Juan Carlos Vasquéz

Beppo, Marco, Ana y Giovanni no lo creían. Aquellos que lo habían conocido en la historia de ¿Cambiar? ¿Suicidarse? ¿Matarlos a todos? pensaron que “Doble A” era un personaje en un juego, un thriller en una historia sobrevalorada… y preferían disfrutar sosegadamente en aquellas veladas negras de lectura sin profundizar en la veracidad de los hechos, pero él les negaba con rotundidad: no es una fábula, es cierto, lo pienso, lo detallo, lo llevo a cabo, luego alguien lo escribe. Como “Doble A” preveía, Anna y Beppo querían saber más de sus últimas actividades y le hacen preguntas con dobles intenciones.

II

Ana está al lado de la puerta de la calle. Repite que va a salir hasta que de repente le asalta una idea sobre la profundidad de la lingüística y la profesionalidad del oficio. Aunque no sea su idioma natal, da consejos sobre la estructuración de las ideas y la historia de las palabras… y se ofende si la contradicen. “Doble A” explica por quincuagésima vez que desarrolla sus acciones dándole resonancia a la analepsis y a la metáfora, no obstante, ella está segura de haber encontrado la verdad absoluta y comienza el juego a rondar en su cabeza. ¿Quién sabe más? ¿Es o no es? ¿Es la misma Ana? Nota cambios en su rostro, sonidos guturales se desprenden de su garganta… Un aura extraña la rodea y se deshace.

De pronto se oye otra voz. Beppo ha pasado horas esbozando en silencio la ponencia de ambos y se hace una pregunta en voz alta… ¿Para qué? Coge un librito de poemas y se marcha, sabe que “Doble A” está listo para comenzar a elaborar con hechos su inconsciencia desproporcionada.

II

“Doble A” iba a ponerse a prueba, iba a extraviarse seleccionando al azar a una víctima y la metamorfosis de Ana lo saca de su cometido. Ahora ruega silencio, pausa ante un destello. Con una mirada circular le ha sacado del inframundo al universo y ha traído calma donde no hay calma, es otra voz que no existe entre las voces.

Ana habla en cámara lenta, sueña urgentemente un mundo por disolverse.  Junto a la magia silente hace cálculos algorítmicos, busca profundidades al otro lado del tiempo en una geografía ilimitada que nadie conoce. Es la noche del universo, es su noche y para calmarlo se sincera. Estipula que para ver, la nubosidad debe ser nula. Espera el anuncio con ilusión divisando dos lunas de Júpiter (Europa e Io). Fascinada por el cuerpo celeste que orbita alrededor de un planeta su mirada azul profundiza en la constelación.

II

“Doble A” había dado por concluido el ciclo de espera, y aunque los poetas eran sinceros en su invocación a las musas, ya no tenía fe en su aparición.

No obstante, desnuda la posibilidad recordando que bajaría a susurrar ideas y apartar de su cabeza cualquier pensamiento malsano. La hija de Zeus y de Mnemósine (Ana) llegó con las divinidades inspiradoras en sus manos, pensó, no obstante, también estaba herida. A mitad de camino entre Urania y Caliope.

La adoración de su deidad fue proscrita y habría que recuperarla, en la dimensión el tiempo se alarga y se acorta, aparece y desaparece. Le otorga el don de la creación, del deseo más intenso, del amor más profundo.

Para ella, también fue duro y largo el camino, sus sobresaltos, esas largas distancias entre los sonidos de la invocación.

Para ella, fue inevitable sufrir, pensar, sentir, agudizar los sentidos, descifrar lo bueno y lo malo cuando se multiplica. Y se estremece en la aparición sin saber si su llamado coincide con su fe.

Cómo y cuándo sucede, por qué sucede… Qué suscita las discordias y las disputas. Finalmente lo que ha soñado, de soñar a entrar al sueño.

Ana se devela en un cuerpo desnudo de ángel representado con cabeza y ojos de búho que cabalga sobre un lobo negro y blande un sable muy puntiagudo. De suave voz, con leves silbidos. Del amor a la enseñanza del aniquilamiento, protectora de asesinos, ladrones y aficionados, con su devastadora lucha, pensando si matarlo o matarse, o correr el riesgo de ser amada y amar mientras soporta el juicio de un desquiciado inquisidor que no parará hasta destruirla.


Autor: Juan Carlos Vásquez (Venezuela). Participó en los volúmenes colectivos y antologías: Paseo en Versos (Pasos en la Azotea, México, 2006); Hemiparesias (Visceralia Ediciones, Santiago de Chile, 2006); Poesías y aparte el Libro y su Autor, Creaciones Literarias, selección de Betty Goldman y Enrique Epelbon (Estados Unidos, 2007). Y en el proyecto artístico Mirages from an Unreal World by Laura Orvieto, Author house (New Jersey, 2010).  Fue seleccionado para formar parte de la Antología The World’s Greatest Letters (2021). Integrante del grupo cultural Spanic Attack (Nueva York, 2004) y The Hall (Miami, 2001). Es autor de los libros de relatos Pedazos de familia (Ediciones Estival, 2000); Vulnerables (Ed. Filatel, 2019); Colapso. Poesía reunida (1999-2022). Ha publicado en revistas como Barcelona Review, Babab, El coloquio de los perros, Canibaal, Almiar (margen cero), Letralia, en los diarios La Razón y El Impulso. Obtuvo distinciones en los Concursos de poesía pro lingüístico y multimedia Premio Nosside (Calabria, Italia), ediciones 2005 y 2006. Finalista del concurso de microrrelato “Guka” (Buenos Aires, 2018). Vásquez se trasladó a la Florida en 1999. Desde entonces ha vivido en Tampa Bay, San Francisco, Nueva York y otras ciudades de Estados Unidos y España. Actualmente reside entre Barcelona y Alicante.