Presentamos hoy una selección de poemas de José Francisco Ocampo, pasante de la carrera de Letras Hispánicas, docente y director de danza. Ilustración de Cecilia Saucedo. Este dossier, además, es el que abre un nuevo espacio de Primera Página, un archivo sonoro de los textos literarios publicados en la revista.
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¿POR QUÉ SE MARCHITAN LAS FLORES?
Para: Iván Palacios
Todas las flores se marchitan
y todo es una flor.
También mueren las rocas
como mueren los días,
se secan las nubes
tortugas que encallan,
se desvanecen los instantes
olas nocturnas.
El amor se deshoja,
caen los pétalos
como pestañas del alma
y la hojarasca ya es un montón
de olvidos forzosos.
Uno llora, repitiéndose
¿Porque las flores se marchitan?
¿Por qué nos abandonan?
Mientras las cosas nos responden
con su crudo desgaste.
Sólo queda tragar saliva
y cuestionar a los muros
¿Cuánto falta?
Espectador
Tenía el cabello largo y suelto,
una paleta roja
deshaciéndose en la boca.
Esperaba con actitud
de adolescente madura
segura y cortante,
con un brazo cruzado
(la mano jugaba
con el rizo)
moviendo, inquieta, un pie.
Yo esperaba que me mirara
para confirmar mi ausencia
y saber de nuevo
que mi presencia no la inquietaba.
Esa misma imagen de fantasma
que he padecido gustosamente
es la que me ha permitido
sentirme cómodo
ante cualquier espectáculo del arte
✰
Vi una estrella fugaz,
ella no sintió lo que yo sentí.
Nadie más la vio,
pero fue real,
como una estrella fugaz.
1
Navegante de un mar,
de un mar terso,
asible
es tu piel donde conduzco
un par de balsas:
torpes, lentas y pasivas.
2
Tengo la corazonada
que debajo de mis palmas,
en cada pulsación rítmica de tu oleaje,
me arrastras,
en espiral erótico
hacia lo más dulce de tu centro
3
Naufrago ciegamente
palpando tu escritura
naciendo, recreándome
en tu vientre:
revivo, tras los tres días
que fueron un instante,
para volver profético
a esta húmeda llanura.
A la duda de Borges
Querido amigo, te diré quién es el mar:
es un viejo jadeante y contemplativo, que observa con sus infinitos ojos;
el azul eterno, del adentro y fuera de sí: macro y micro cosmos.
Es un viejo monstruo que gusta cambiar de forma
una y otra vez
a lo extenso y profundo de todo su ser,
simultánea, pero independiente,
para no ser nunca conocido por nadie
(más que por Aquel de imaginación oceánica).
Es un viejo hermético que no comparte sus secretos
ni sus recuerdos,
que no sabe amar o que ama apasionadamente
hasta devorar, atragantarse y vomitar a sus amantes.
Nace y renace millones de veces más que el mismo tiempo;
es viejo y joven eternamente, es madre-padre e hijo de sí mismo,
fecundándose y dándose a luz,
es su adentro y su afuera,
su luz y su sombra,
su vientre y su tumba.
High-kus
El gato se tensa:
una mariposa
revolotea
Una nube tóxica
pasa silenciosa
sobre la ciudad
Al amanecer
como la flor de loto
florecimos en brazos
Sobre el autor: José Fco. Ocampo (CDMX, 1993). Pasante en la carrera de Lengua y Literaturas Hispánicas de la UNAM. He colaborado como director en obras dancísticas y he trabajado durante cuatro años como profesor de lengua, literatura y filosofía en distintas instituciones, como en la UVM y en CENDAEDUCA. Actualmente desarrollo mi proyecto de tesis. Durante mi tiempo libre me dedico a la creación literaria, principalmente a la poesía y el ensayo.