En el afán de tener control sobre cada cosa en su vida, Javier planificaba a detalle cada actividad por realizar, había presupuestado cada segundo con el fin de lograr cada uno de sus muchos objetivos: estudios, trabajo, deporte, incluso el tiempo con los amigos y pareja, los cuales estaría por conocer según su agenda. Cada día revisaba nuevamente lo decidido y, dependiendo de sus nuevos intereses, cambiaba ligeramente su plan de vida. Nunca estaba conforme, pues había demasiado que hacer y el tiempo era limitado, por lo tanto, todo debía encajar a la perfección.
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San Oriondo – Cuento de Javier Adonay Flores
La madrugada que maté a mi padre, tomé la decisión de mudarme a San Oriondo, un pequeño pueblo en la frontera donde él nació. Rechinaron en mi mente las constantes anécdotas sobre su infancia y lo feliz que fue cazando cangrejos y bajando mangos de los inmensos árboles que ahí crecen. Antes de irme envolví su cuerpo, bajé el agua de la pila y lo tiré adentro; guardé mi ropa, la suya y cinco pesetas que guardaba en una de sus botas.
El trago espirituoso – Cuento de Alberto Férrera
Macario Canizales de la Virgen es un santo popular de El Salvador, Sonsonate Izalco, mejor conocido por la tradición como un indígena curandero al que los habitantes adjudican varios eventos milagrosos. Cada año se visita su tumba y se le realizan rituales para invocar su protección a cambio de un poco de guaro.
Para conocer la lluvia – Poemas de Javier Fuentes Vargas
Quietud
La piedra es una montaña reducida a su origen
inerte,
hasta que la gota erosiona su quietud,
y renombra los siglos que la construyeron
La nada y el soliloquio de la muerte || Poemas de Javier Alejandro Fuentes
Pintura: Muerte de Alfonso XII de Juan Antonio Benlliure
Angustioso soliloquio ante la lápida
“Yo no quiero que al escuchar la tierra
Joaquín Prada
preguntes quiénes son los muertos”
I
Traigo
las flores que prometí
y no hay abeja capaz de extraer
cada lágrima con las que crie su pétalo,
no hay abeja capaz de fecundar
con este polen estéril otra rosa marchita.
Traigo mi peor sonrisa
cada diente es un soldado
cada mancha en ellos una familia
que en la incertidumbre de una guerra
no sabe dónde quedará el cadáver de los recuerdos.