El tiempo siempre es el mismo. Tras un año un tanto embrollado y difícil de digerir, la industria cinematográfica y las figuras que lo componen continúan con los proyectos próximos a estrenar y las exaltaciones por […]

Reseñas y recomendaciones de filmes y series de televisión. Reflexiones alrededor de actores, directores, y el mundo audiovisual en general.
El tiempo siempre es el mismo. Tras un año un tanto embrollado y difícil de digerir, la industria cinematográfica y las figuras que lo componen continúan con los proyectos próximos a estrenar y las exaltaciones por […]
Para Coyote y Carlos
A Slavoj Zizek le gusta ilustrar los puntos capitales del psicoanálisis lacaniano con la siguiente historia: un hombre se encuentra en una isla desierta con, digamos, Megan Fox. Luego de acostarse con él, Megan le dice que es toda suya y puede pedirle que cumpla cualquier fantasía, sin importar lo retorcida que ésta sea. El hombre le pide que se disfrace como su mejor amigo; Megan, desconcertada, acepta. El hombre se aproxima a su amigo, lo saluda entusiasmado y le dice: ¡Wey, no vas a creer lo que acaba de pasar! ¡Acabo de cogerme a Megan Fox!
El acto de escribir es, entre otras cosas, lo que tiene que hacer uno cuando lo que quiere leer no existe. Y como Slavoj Zizek no ha escrito ningún análisis lacaniano de la película de Bob Esponja, aquí me tienen.
Ayer la espera había culminado. Impaciente y ansioso busqué alguna alternativa para mirar el estreno de la nueva temporada de The Walking Dead (TWD) pues hace tres meses fue cancelado el servicio de tv por cable y el duro golpe a mi cartera este semestre no me permite pagar Netflix. Pero internet, el medio de medios, es generoso con las personas vulnerables del mundo. Si tomamos metafóricamente a Roma como el contenido que buscamos y el internet como un rizoma de infinitas puertas, nodos y caminos que nos llevan al contenido por la tangente de la ilegalidad. Supuestamente en amc.com, página oficial de la productora de TWD, se habría de transmitir la premier del primer capítulo, pero dejaron un sabor amargo al espectador marginado. Pasaron algunas horas mientras intentaba averiguar la hora de México equivalente a las 9 pm hora del Este en EU. Cuando comencé a resignarme un acompañante dijo con voz poco alegre “en una página de Facebook están transmitiendo en vivo el capítulo. Y se ve en alta definición”. Finalmente, después de algunos recovecos en la web, hallé la premier de TWD. He aquí mis impresiones.
«Un oasis de horror en medio de un desierto de aburrimiento.»
Charles Baudelaire
Black Mirror es una serie británica de ciencia ficción que surgió en 2011. Todos sus capítulos son independientes y los elementos que la conforman parecen estar en una temporalidad cercana a nosotros. Muchos de sus episodios resultan insólitos o bizarros como «The National Anthem» («El himno nacional») o críticas completamente dirigidas al sistema de la sociedad, como en «Fifteen Millons Merits» («15 millones de méritos»). Sin embargo, los cuarenta y dos minutos de «White bear» («Oso blanco») deberían dejar al espectador desconcertado y con diversas cuestiones en mente.
Ilustración de Sandra Saucedo.
¡Nada tan decepcionante como una bala!
Herman Melville, Shiloh: un réquiem. Versión de Alberto Gagetti.
Tu esposa siempre solía decir que ibas tarde a tu propio funeral. ¿Lo recuerdas? Esa pequeña broma a causa de tu dejadez: siempre tarde, siempre olvidando cosas, incluso antes del accidente.
Precisamente ahora te preguntas si eres tú quien va tarde para su funeral.
Estuviste ahí, puedes estar seguro de ello. Para eso sirve la fotografía —aquella clavada al muro a un lado de la puerta—. No es costumbre tomar fotos en un funeral, pero alguien, tus doctores, supongo, sabían que no lo recordarías. La dejaron justo ahí (grande, bien impresa), a un lado de la puerta, en donde no pudieras evitar mirarla cada vez que te levantes y salgas con la intención de buscarla.
Son cincuenta años desde que la U.S.S Enterprise revoloteó por primera vez en un futuro distante. Esto coincide con el festejo una nueva entrega de la franquicia que ya tiene en su haber Star Trek (2009) y Star Trek: Into the Darkness (2013). Dos piezas de ciencia ficción contemporáneas a cargo de J.J Abrams: ya conocida mano negra detrás de varias películas del mismo género.
La Iglesia es una institución, una que se formó hace cientos de años y que se estableció como una de las más confiables y cercanas a las personas por su ámbito religioso, entregándole al mundo un centro de poder que se posicionó durante mucho tiempo como el más importante de todos: Dios era el centro absoluto. No obstante, Dios, como ser omnímodo, es invisible para el humano, no responde a una comunicación bilateral y resulta sumamente complicado ubicarlo, como tal, en una iglesia, por lo que, en la actualidad, quienes están a cargo de la organización, con todas sus jerarquías, ordenamientos y beneficios, son personas con sangre en sus venas, cabellos saliendo de sus cabezas y bien marcadas concepciones sobre el pecado, la culpa y demás. Personas que eligieron ser, así como curas, diáconos y sacerdotes, pederastas violadores, ladrones, mentirosos y, un poco como que su moral, al contradecir sus sermones con sus acciones, todo lo que supuestamente no es considerado como santificado ¿En serio nos debería sorprender? En realidad, la interpretación de la Biblia, su veracidad y su origen ha dejado mucho que desear sobre los verdaderos mandatos que el ser supremo de la religión cristiana predica, o predicó, o nada pues.
Charles Baudelaire en Les Fleurs du Mal escribió «Himno a la belleza», poema en que la voz lírica se pregunta si la belleza es divina o infernal, si trae crimen o beneficio porque la beldad platónica y medieval concebía los rasgos bellos como una manifestación de la pureza del alma y de las virtudes vertidas en la mujer. Aunque dice Baudelaire que la hermosura es motivo de dolor para quienes no la tienen y desean en vano la satisfacción mediante el arrobamiento por el objeto deseado. The Neon Demon puede sintetizarse en la siguiente estrofa del poeta maldito:
Caminas sobre muertos, Belleza, y de ellos te ríes;
el horror, de tus joyas no es la menos hermosa,
y el crimen, entre todas tus costosas preseas,
danza amorosamente sobre el vientre triunfal.
Para Susy
Dejando de lado el impecable trabajo actoral de Eddie Redmayne en La chica danesa, la Academia premió en su personaje el discurso políticamente correcto (y necesario) respecto a los derechos de las personas transexuales, el retrato del drama vivido por estos individuos que necesita ser representado para asimilarse en la sociedad (una de las virtudes del arte).
¿Qué se premia, además de su talento, en el personaje interpretado por Alicia Vikander? ¿Quién es Gerda Wegener, la esposa del exitoso pintor Einar Wegener, que al final de la película se ha convertido en Lili Elbe?
Sin soslayar la importancia del tema de la transexualidad en la película, sostengo que su verdadero valor (su valor de universalidad), reside en otra cosa, y que el personaje verdaderamente admirable de la historia es Gerda quien, en términos puramente estructurales, es quien lleva la acción dramática, frente a Lili que, en términos puramente éticos, no es un personaje demasiado admirable.
Quizás el mayor misterio somos nosotros, desde adentro.
En Beginners (2011), Mike Mills escribe: “Our good fortune allowed us to feel a sadness our parents never had time for” haciendo alusión a un periodo nuevo de introspección sensible a la que tiene acceso la más reciente generación del siglo XXI. En la actualidad parecemos reaccionar como multitud. Gustave Le Bon, un psicólogo y sociólogo francés conocido por su estudio sobre las masas, nacido en los últimos años del siglo XIX, postuló la existencia de una denominada “alma colectiva”, donde se construye una brecha de pensamiento que se diferencia de cada uno de los sujetos que la conforman, es decir, existe algo que une a los sujetos, tanto así que se sigue, por omisión, una superficie de decisiones con la que podríamos no estar totalmente de acuerdo: reproducimos los mismos discursos sin detenernos a reflexionar las variables, los sujetos o las prácticas que se critican o se realizan. Estas ideas, aunque alejadas en la historia, se complementan con otros factores más para explicar una parte de la concepción de normalidad.