«El emigrante»
—¿Olvida usted algo?
—¡Ojalá!
Luis Felipe Lomelí
Por el camino va andando una figura. Lleva a sus espaldas una pesada mochila, llena de ropa, pedazos de comida y un poco de dinero. A cuestas lleva también fotografías en donde se observan las miradas amorosas de aquellos que se quedaron atrás. Va cargando tras de sí con el peso de un hogar abandonado y en sus hombros ya se resiente el dolor provocado por la dureza del sendero. No podría llevar peso más grande que este, porque sin saberlo con él van viajando también sus historias, su familia, su tierra, toda una cultura que se ha colado entre los pliegues de su mochila. Nosotros, espectadores, vemos cómo la vereda se desdibuja por momentos, sin embargo, no debemos olvidar que todos los caminos del mundo han sido trazados por el andar de ese migrante.