Toc. Toc. Primero, el golpeteo inicia leve. Nadie podría pensar que afuera hay una amenaza. Toc. Toc. Toc. Insistente, molesto, incomprensible. Toc. Toc. Toc. Toc. El ruido se vuelve frenético, amenazante. Toc. Toc. Toc. Toc. Toc. Observas por la mirilla y ahí está, esa quimera de varias cabezas. Aprietas las puertas corredizas y las sostienes con todas tus fuerzas. Toc. Toc. Toc. Toc. Toc. Toc… Los golpes se detienen de repente. Echas una mirada afuera. Ya no hay amenaza, pero decides quedarte ahí dentro. Te pones a leer. Sabes que los golpes volverán, acaso más implacables la próxima vez. Sigue leyendo, quizá para entonces te des cuenta que los golpes no dan tanto miedo como vivir en reclusión.
Categoría: Sequía
Aquí echan raíces las disyuntivas, el sinsentido y la literatura. Se marca la tierra, se riega sin lluvia y crecen las palabras. Se entretejen historias y florecen augurios. Todo en Sequía.
Drogarse para ser productivo: mi experiencia con los nootrópicos
Ilustración de Carlos Gaytan
Escribo estas líneas con 100 mg de modafinilo encima. El modafinilo es un medicamento que se usa para tratar el déficit de atención y para promover el estado de alerta. No lo necesito, pero me animé a consumirlo para salir de una crisis de productividad profesional. Lo hubiera inhalado. Quizá parezca que no hay una diferencia evidente entre un texto sin la dosis y un texto con ella, pero ciertamente me siento distinto. No es que la mente vaya a mil por hora, como lo dicen algunas descripciones de este tipo de medicamentos en internet. No es Adderall, vaya. Pero mi capacidad de concentración ha aumentado considerablemente. He pasado unas cinco veces por este mismo párrafo intentando lograr una mejor organización de las palabras. La pastilla me hace sentir que quiero estar organizado y me da un empujón para cumplirlo, pero no me saca de las erratas; al contrario, cuando trabajo con modafinilo, aparecen más que nunca.
Algunos apuntes sobre la soledad y el silencio
Ilustración de Carlos Gaytan
He decidido guardar silencio por la mayor cantidad de tiempo posible. He decidido estar solo en la mayor extensión de espacio posible. Pero mis palabras encuentran, casi por sí mismas, el eco despersonalizado de Instagram, Facebook, Twitter, TikTok, Youtube, y mi cuerpo se desborda, con un poco de ayuda, hacia el catálogo de personas de Tinder, Badoo, Happn, Bumble, Grindr. Actualmente, uno no puede estar ni callado ni en soledad por mucho tiempo. Es la condena del ruido perpetuo, la condena de la compañía incesante.
Ningún ataque sin respuesta: La Tianguis Disidente y la represión de la diversidad
Ilustración de Carlos Gaytan
Los viernes y sábados, de ocho dos a ocho, bajo el puente de la Glorieta de los Insurgentes, personas de la comunidad LGBTTIQ+ intercambian ropa, comida, diseños, fanzines, dildos, libros y maquillaje. La Tianguis Disidente reapropia el espacio público para plantear una alternativa segura para la diversidad sexual de los alrededores. Los muros y los suelos están intervenidos para recordar a los heterosexuales, siempre curiosos observadores, que ya no somos un manojo de ramas agrupable para hacer arder.
Entrevista con El caza chacales: encuentros y contracultura
En los setentas, el Nuevo Periodismo Norteamericano comenzó a comunicar la vida subjetiva, emocional y sexual de los personajes. El periodista, desde entonces, se transforma en un agente activo que se inmiscuye, aprecia y siente los hechos que comunica. El caza chacales es un proyecto que se adentra en la escena de encuentros gay en varias ciudades de México. En sus videos, Hernán —El caza chacales— visita, entrevista y experimenta con las expresiones de la cultura gay que albergan los rumbos. Desde entrevistar a trabajadores sexuales en lugares legendarios, hasta visitar las cabinas más populares, El caza chacales es un esfuerzo por abrir el diálogo directo, honesto y necesario sobre las múltiples vías por las cuales el deseo y la identidad se manifiestan.
Generation Hustle y el problema del capitalismo
Ilustración de Carlos Gaytan
El ideal
El dinero, en sus expresiones más complejas, rige el modo de vida de los países occidentales. La publicidad no sólo sirve para vender un producto, sino para extender los alcances de un sistema. No quiero invertir en Bitcoin y ser cómplice del deterioro ambiental que resulta del consumo eléctrico de esta red económica que representa el punto más perfecto del liberalismo; no quiero invertir en Forex cuando la mayoría de los estados atraviesan la crisis que ha provocado la desregulación del mercado; no quiero quedarme con las migajas espaciales de Bezos ni con las innovaciones capacitistas de Musk. El punto principal es que parece no haber formas concretas en las que uno pueda reproducir su existencia material —trabajar, ganar dinero, comer para volver a trabajar después— sin favorecer el modo de producción que ha causado que la riqueza se encuentre en manos de unos pocos.
Sexo, Grindr y ketamina: «Dicknidad», de Dave Brennan
¿Qué les pasa a los cuerpos cuando coger está a un tap de distancia? ¿Qué les pasa a las relaciones cuando hay ketamina? ¿Qué les pasa a los signos zodiacales cuando Ofiuco, el decimotercer signo, descoloca las fechas del calendario astrológico? ¿Qué hay en el sexo con heterosexuales que tanto encanta a Rodrigo Ciantoro? Aquelarre de Tinta publicó recién Dicknidad (2021), de Dave Brennan, y sus páginas contienen un catálogo de experiencias de una comunidad gay interesada en la cultura pop, las relaciones de una noche, las aplicaciones y las drogas recreativas.
Cartografía febril del Cuerpo sin órganos de Deleuze
Ilustración de Carlos Gaytán
Nota introductoria: esta cartografía sobre el Cuerpo sin órganos me vino a la mente en un sueño febril, por lo que su exactitud es cuestionable. Yo tampoco sé a qué se refería Deleuze.
Facebook Ads y el panóptico digital
Ilustración de Carlos Gaytán
El panóptico de Bentham reinterpretado por Foucault es una de las estructuras más simples y más complejas a la vez. La idea de que pueda existir una estructura penitenciaria capaz de vigilar sin vigilar, de castigar sin castigar, de controlar sin controlar, es, por lo menos, tenebrosa. No es una mazmorra ni un calabozo maloliente cuyo carácter es el olvido al que condenaron a Edmundo Dantés. No es, tampoco, una simple prisión-universidad del crimen con celdas separadas y deprimentes como en The Green Mile. Es, de hecho, una proeza arquitectónica y estructural distintiva del poder. En ella, los prisioneros no pueden saber si están siendo vigilados o no, si su comportamiento será susceptible de castigo o si sus captores están planeando algo. El elemento más reconocible del panóptico es que actúa sobre el cuerpo, encerrándolo, pero también sobre todos los estados mentales que permitirían la rebelión en primer lugar. La disciplina no tiene límites.
De «Ghost in the Shell» a “MONTERO”. La creación de nuevxs sujetxs
Ilustración de Carlos Gaytán
Describo, en seguida, la creación paralela de dos sujetxs que pertenecen a las condiciones de su ficción: Motoko Kusanagi, de Ghost in the Shell (Mamoru Oshii, 1995), y Lil Nas X en su nuevo video «MONTERO (Call me by your name)» (2021).