Esta luz, este fuego que devora. Este llanto de sangre que decora Son guirnaldas de amor, cama de herido, Y aunque busco la cumbre de prudencia Llagas de amor. Federico García Lorca
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El hombre es el hombre que hace, el hombre que piensa, el hombre que juega. También, me atrevo a decir, el hombre que poetiza. Poetizar significa nombrar una cosa, encontrar el sonido apropiado para algo. La invención del lenguaje es la acción poética por excelencia, y podemos entender el significado de algo remitiéndonos a su sonido.
OB-SE-SIÓN… la aterradora ob como una cloaca en torno a la cual da vueltas el pensamiento, seguida por la severa repetición de la s, como un zumbido insoportable del que el obsesivo no se puede liberar, rematado por la lápida del acento agudo, que clava para siempre al individuo en la palabra. OB-SE-SIÓN: obsesivo es aquel que se no se puede mover sino en círculos, aprisionado por el cinturón de la ob, incapaz de dar un paso más allá, si no es entre los muros de un inextricable laberinto, donde a cada vuelta se encuentra con la misma idea, la misma imagen, el mismo pensamiento.