Tú la vela en la trastienda. Tú la carne de la ostra
Éramos galimatías guturales, gesto y pantomima.
Tú con tal grandeza,
la luna, la luna de las estaciones vivas,
la luna llena de sí misma.
Tú la vela en la trastienda. Tú la carne de la ostra.
Te cubriste de sal y yo, yo la bacante con vino,
la bacante en las puestas.
Yo esculpo tus cuerdas vocales
y en labios, soy yo la serpiente, empapada en agua de río.
Rompimos rudeza.