La señora Martínez, casera del edificio, había entrado a mi departamento, ya que el olor a carne echada a perder que salía por debajo de la puerta la obligó a reclamarme, aunque se llevó la sorpresa de que todo se encontraba en orden. Sin embargo, mi aparente ausencia y el penetrante olor que había alrededor no la detuvieron para ahondar por cada rincón de la sala.
Categoría: Creación literaria
Creación literaria. Narrativa, poesía, minificción y otros híbridos.
Procedimiento íntimo para escalar una piedra – Relato de Melissa Tarabay
Ilustración de Regina Ulloa
Pierre qui roule, n’amasse pas mousse.[1]
Pedro. Del latín Petrus, viene del griego Petros que significa “piedra”.
Noto el tiempo pasar cada vez que me asomo a la enorme piedra del jardín y la observo llenarse de moho paulatinamente. Primero veo nacer una ligera mancha desde el rincón que sostiene su enorme peso. No he contado cuántas mañanas han pasado, sólo sé que el rocío matutino alimenta el fino camino de moho. Después de tres semanas, el costado derecho de la piedra está adherido a una mancha llena de vida.
Destino – Cuento de Hugo Vargas
Desde tiempos inmemoriales el Hombre ha establecido un vínculo profundo con su Destino; a veces, lo ha aceptado sin miramientos; otras, lo ha rechazado con ímpetu, pero siempre ha intentado comprender las fuerzas misteriosas que manejan los hilos de la vida.
La historia de Ricardo, «el Loco» Ramírez, es un claro ejemplo de este infructuoso combate humano contra lo inasible.
Covidianidad – Microrrelato de Baltasar Botavara
Era una noche glaciar en Santa Margarita, de ésas en las que no pasa nada digno de ser recordado salvo que de la nada un fulano llegue corriendo al supermercado, y que justo cuando va a pasar la puerta alguien se atraviese para impedírselo y le brame:
—Quieto. No se mueva.
Todo lo que no necesitamos – Poemas de Juan Benítez Ontiveros
Bajo todas las cosas
Bajo todas las cosas
que entre las sombras
ocultamos,
nos asaltan
los pájaros soñados.
Juguetes perdidos,
pasos que no dimos,
el sí entre las sombras
las manos en los portales,
amaneceres que nunca
tuvimos.
Match – Cuento de Fabrizio Sosa
Estela, mi terapeuta, me dio sólo dos opciones para continuar con mi vida.
—Puedes volver con tu mujer y aprendan a vivir juntos o divórciense y visita a tus hijos cada quince días —dijo mientras se acomodaba los lentes—. Lo mejor para esos niños es un padre presente y estable que rehaga su vida.
De la oscuridad a la luz – Poemas de Emmanuelle Brío
Oscuridad de vientre materno
Se filtran sonidos, la calle se torna palpable.
El mundo se percibe desde una burbuja.
Envuelto, protegido, se forma el ser.
Alguien teje unos zapatos, alguien
elige con ilusiones cuna, cobertor, juguetes.
Alguien canta dulcemente, cuenta historias.
Una curiosa costumbre – Cuento de Guillermo Vargas Virgilio
Cómodamente sentado, me preparo para comenzar a vivir una singular experiencia, una vez más. Estoy dentro de un avión a minutos de comenzar el despegue. ¡Estoy a punto de iniciar un viaje a través del aire!
El pintor y la luz – Cuento de Carlota Arráez Gómez
Ilustración: “A gig grass field”, de julykings
Son las tres de la madrugada y no consigo dormirme. Sobre mi regazo, las palabras de John Steinbeck; a mi izquierda, Lili duerme. Intento concentrarme en el libro, pero la escasa luz y el ruido constante que llevo escuchando desde hace horas me lo impiden. Este ruido es algo parecido al balanceo de una canica contra la pared mezclado con el agua de una gotera. Tras varios minutos, el ruido cesa. Cierro los ojos y el sueño me lleva.
San Oriondo – Cuento de Javier Adonay Flores
La madrugada que maté a mi padre, tomé la decisión de mudarme a San Oriondo, un pequeño pueblo en la frontera donde él nació. Rechinaron en mi mente las constantes anécdotas sobre su infancia y lo feliz que fue cazando cangrejos y bajando mangos de los inmensos árboles que ahí crecen. Antes de irme envolví su cuerpo, bajé el agua de la pila y lo tiré adentro; guardé mi ropa, la suya y cinco pesetas que guardaba en una de sus botas.