Un alegato a favor de los eventos falsos en Facebook
A Mariel, Brenda, Ana Rosa, Marisol, Iliana, Deni y Mike, por enseñarme a investigar con amor y diversión.
Hoy quiero comenzar escribiendo de dos temas de los que odio hablar, o más bien, de uno que me causa desagrado y de otro que de tanto odiar me apasiona: el COVID y las redes sociales. Escribo también sin poder poner bien en palabras el enojo, el insomnio y la tristeza que me produjo enterarme de la negligencia que derivó en el colapso del metro en la estación Olivos la noche del lunes 3 de mayo. Siento como si tuviera un perdigón atorado en la boca del estómago y no puedo más que rezar por los familiares de la gente fallecida y herida. Esto es ante todo una breve invitación para darle seguimiento a la noticia más allá del primer impacto y de la frustración de estos días. Para dolernos y para exigirle a la basura de la clase política que dejen de matar gente inocente entre fuegos cruzados. Dicho lo anterior, creo que no hay nada más que pueda o deba agregar.