Pintura: El hijo del hombre de René Magritte
El otro imposible
Escapaba de ti, dos pasos y otra vez conmigo
“Sujeto”, “Yo soy”
¿Quién es aquél? El del otro lado
Sonrío / Sonríe
Levanto mi pie izquierdo / Levanta suyo el derecho
Lo toco, siento frío
Acerco mis ojos
Desaparece / Desaparezco
Muevo mis labios, primate reflejo
¿De quién son esas palabras?
Transparentes temblorinas
No entiendo
Aprendimos a mirarnos
Tiempo y espejo
Una ausencia permanente.
Larga distancia
Dicen que dos manos cuando se juntan, sus falanges por las noches se hacen solo una, que se hierven y aprietan con locura. Manos que juegan a despedirse y se besan las palmas al amarse. Dicen que dos manos a veces se sostienen aguantando tristezas; soportando altas alegrías. Se tornan juntas en desgracia y en comunión plenaria.
Dos manos que, a solas, a veces, son más que solo una…
Línea final
Me arrancaba del pecho la tierra negra
Con gusanos y flores marchitas
Con tanta humedad regaba el silencio
Esa noche de tu despedida
Tanto barro y cosas podridas
Para sacar del fondo
Una vela hace tiempo encendida
Fuego pasado
El rostro de tu despedida
***
Autor: Josué Samuel Cerón Ramos (CDMX). Estudiante Psicología UNAM. Colaboraciones anteriores: Revista Opción ITAM , Revarena, Red Social Literatura UNAM.