Achachay, se le escapó en un suspiro. Cerró los puños y tomó una respiración profunda. Su padre le había enseñado la importancia de las palabras. Tonto, cuando lo encontraba leyendo, shunsho cuando acariciaba a las vacas, puta el segundo nombre de su madre.
Otra respiración, no podía permitirse decir achachay en pleno wall street, no con su traje hecho a medida, sus calzoncillos Calvin Klein o su secretaria leyéndole las reuniones del día. En realidad, no podía permitirse decir achachay en ninguna circunstancia, aunque fuera la palabra perfecta para definirlo todo.
Achachay cuando las luces de la oficina se apagaban y dormía solo en su gran despacho. Achachay cuando el arado quemaba sus manos y la fusta del taita, su espalda. Achachay en vez de caraju cuando la mama con la boca partida pero el mentón bien alto, se arrodillaba.
La secretaria seguía esperando su respuesta. Achachay pensó cuando la vio. Un manojo de piernas largas, cabellos rubios, ojos azules y manos delicadas, lo opuesto a todas las mujeres con las que había crecido. Regresó la vista al gran ventanal que tenía enfrente cuando notó su mirada coqueta.
—Que frío está el día, ¿no te parece? —dijo dándole una sonrisa en su perfecto inglés.
Autora: Clara Pavón Cañariz (Ecuador, 2002). Poeta, pianista, dibujante, caminante. Ha colaborado en varios blogs de literatura en la traducción y reescritura de textos. Participó en el Concurso de Poesía Joven promovido por El Ángel Editor, en el marco de la feria internacional del libro de Quito, Ecuador, donde fue finalista. Formó parte del libro Diciembremente terminado (El Ángel Editor, 2020). Es autora de Caminos Largos, Personas Cortas (El Ángel Editor, 2021). Ha colaborado en la antología 13er Encuentro Internacional de Poetas Ecuador 2021. Poesìa en Paralelo (El Ángel Editor, 2021). Colaboradora en el periódico sección literaria 33 Canal, Vinnitsa, Ucrania. Actualmente cursa sus estudios universitarios en la Universidad Nacional de las Artes, Buenos Aires, Argentina.
