Salvoconductos hacia las primaveras (selección) – Poemas de Marian Raméntol

Siete oscuridades pegada a ti

Una mano sostiene el examen del agua
durante siete suicidios sin estornudar.

Con una margarita muerta en el ojal,
los altares vomitan sus policromías,
y abofetean la infancia,
los rezos impúberes y la comunión del frío.

Viajo por carreteras secundarias,
donde el dolor es más real
y la vida se entretiene en pegar balazos
al pecho que naufrague en voz más baja.

Miro a mi alrededor siete veces,
siete oscuridades pegada a ti,
mi último suspiro, mi irreverencia
ante las flores, mi desembocadura.

No tengo palabras
para este bendito accidente.

*

Los sueños resbalan por las alcantarillas de todos los crepúsculos

Tengo la lengua crispada,
mis ojos crujen y me llenan de aire abatido,
de islas dolorosas y horizontes carnales.

Con la voz que habita mi trastienda,
reparo los agujeros que aún palpitan
en las esquinas de mi habitación, en las llagas
de este mundo, entre sus dientes de níquel
bajo este cielo de cartón herido.

Con la tormenta subrayada
voy señalando los pozos donde mirarme,
enumero los crímenes que me nacen bajo las uñas,
desubico el silencio doblado de mi noche
que me alisa entre desgarros,
me cruza, me hierve, apoda mis fugas,
y dota de heroicidad a mis naufragios.

Pero a pesar de mis esfuerzos
abro siempre los escalofríos, los sueños
resbalan por las alcantarillas
de todos los crepúsculos,
devoran los interrogantes de la luz
y no hay escapatoria por debajo de las puertas,
en los rincones de la sombra equivocada
o en cualquiera de los poros asustados
que nos retan a oler la sangre
seria, tendida, exánime.

*

El beso impermeable que recuerda la alambrada

He estado en trastiendas donde habitan
palabras llenas de anonimatos,
abatidas demasiado pronto,
desnudas ante el viento dormido,
monocromas, sin ayuda
y con el mundo en el lomo.

Y aun así
espero que abracen
el carril equivocado de los muros
y disimulen la muerte que pasa de puntillas
como cereza frágil, como el beso impermeable
que recuerda la alambrada.

El cielo borracho de despojos
se tiende junto a mí,
huele a mariposa
cuando apoya su humedad contra mi frente.

Entonces me licúo
y espero encontrar mi seudónimo
tirado en cualquier calle y no sea tarde
ni frío ni noche.

*

La geografía del cansancio

Tengo un país infinito entre las manos,
donde los nombres insalubres
viven sin su sombra, las niñas húmedas
llaman a sus madres
desde los abscesos del agua,  
y plantan adoquines en las nubes,
vigilan los destinos
del equipaje abierto al desahucio,
a las zonas fosforescentes del día
que inundan las bocas de hortensias
y otras inutilidades.

Tengo un mundo entre las uñas,
la geografía del cansancio
como gran lágrima sobre la ciudad,
cierto olor a relámpago y la exactitud del vértigo
sosteniendo la erección
de una palabra leída entre dos muertes.

Ese es todo el infinito que me queda.


Fotografía de Blanca del Rey

Autora: Marian Raméntol, (Barcelona, 1966). Poeta, traductora y directora de la revista cultural La Náusea. Miembro del grupo musical O.D.I con el que ha editado video-libros y diversos álbumes además de bandas sonoras de cortometrajes. Ha trabajado con músicos experimentales en múltiples recitales y performances. Ha traducido a poetas contemporáneos italianos al catalán y al castellano. Ha publicado diecisiete poemarios y ha sido incluida en dieciséis antologías. Ha sido premiada en diversos concursos nacionales e internacionales, y su obra ha sido ampliamente difundida en revistas especializadas donde ha publicado poesía, ensayo y artículos de opinión. Ha sido traducida al inglés, alemán, italiano, rumano, armenio, portugués, búlgaro y estonio, y ha prologado varios libros de poesía. Su actividad en el ámbito artístico y poético le ha llevado a formar parte de festivales (tanto poéticos como de cinematografía), exposiciones, recitales y diferentes actos patrocinados por ayuntamientos, editoriales y otras entidades culturales.