Palpitaciones y prohibiciones – Poemas de Mario Alberto Santoyo

I

La esfera de la muerte se hincha con cada respiración
y somos jóvenes todavía
aquello
no me preocupa al estar contigo
ya
no quiero saber nada del mundo
estoy muriendo
tomando tu mano

*

II

Ahora
acostado
de frente
a tu espalda
blanca sombra palpitante
que se pierde en la continuidad del muro
respiro
estas voces
como máscaras en una flor de rostro anónimo
qué ásperas en tu oído te recorren
florecen y se marchitan
se regocijan en su palpitar
se mueven
arriba
abajo
Tersa la humedad cimiente
de esta
oscuridad que se empuja
hacia dentro de sí misma
Soy
la escultura de sal que se adentra
en las cumbres hundidas de tu cuerpo.

*

III

Tu mano se extendía como una rama
en el bosque transparente de los cuerpos
y azules como el perímetro de una nube
nos echamos el uno sobre el otro
en el centro de este calor mandibular

Te leía
un poema de Quintero
y sentiste
cómo dos niños se dan la mano y bautizan
a los colores con un nombre
dije
un momento cualquiera puede
convertirse en un gran poema
y los árboles emitían los alaridos
que acostumbran cuando ven dos chicos abrazarse
nos sentíamos
señores de esta tarde inflamada
pájaros que fecundan
en la altura a los hombres

Fuimos
sonido
hojas que se rompen al tocarse
en un grito efervescente
Fuimos sombra
consumida por el calor
de dos astros que en la tierra se abrasan
flores que nacen como ceniza
sobre un pétalo de soles burbujeantes
Fuimos
la casa de enfrente
el balcón
las niñas jugando
sus padres que pensaban
un hombre besando a otro hombre es pecado
la pared de su edificio
la calle de espaldas
a nuestro tacto adolescente
la nube agonizando en las alturas
su humedad chorreante
fuimos
la hierba que con los minutos
se acerca cada vez más a la otra hierba
y se tocan
y se tocan
hasta parecer césped
Fuimos césped
humedales que cargan
el peso de estar juntos
nervio frontal
arteria
dermis
epidermis
pulmones
respiración nacida de mil bocas
precipicio
todos los besos
antes y después
de un cuatro de febrero

Se besaron
largamente encima de sí mismos
hasta que llegó un policía a decirles
que estaban prohibidas esas cosas


Autor: Mario Alberto Santoyo (León, Guanajuato, 2002). Ha sido publicado en las Revistas Círculo de poesía , Castálida de la secretaría de cultura Edo Mex, Los demonios y los días de la UG, Cardenal, Plástico, Punto de partida de la UNAM y en Ágora del Centro de estudios internacionales del Colegio de México. Primer lugar en el certamen de poesía «Mundos posibles» de la Universidad Iberoamericana. Artista en el festival de arte urbano Mexicráneos 2020. Ha participado en la colección de la galería de arte Casa Milán de la colonia Roma. Ponente en el V Coloquio Nacional Palafoxiano por la BUAP y Seleccionado en el fondo para las letras guanajuatenses en poesía con el escritor cubano José Kozer.