Autobiografía del desastre y otros poemas de Niño Feo

Autobiografía del desastre

 

I

Toda la aptitud para aprender sufriendo

Y el andar a dos patas

Tratar de respetar el tiempo

Dar el tiempo

Y toda mi animalidad bajo el yugo del cuerpo humano

Humanamente reconocido

del habito, el hábitat

el habitar

intervenir lugares, crear conflicto

del movimiento caótico que tienen las existencias

el “ser como”

como tal cosa

como tal otra

como lo que sea pero al final siempre regido por el otro

todo lo otro

ser yo mismo en el otro y procurar la vida

sin descuidar(me)

dejarlo ser

dejarme ser

ser

 

II

 

soy

yo soy una conversación ignorada

yo solía ser canto de aves

y tengo en el cuerpo una diosa ciega que danza y llora sobre los muertos

yo era la carretera cuando amanece

era todo en lo que creía

yo soy la leche caducada bajando por la garganta

yo soy sin dinero

carencia absoluta, comida rancia, enfermedad viral

yo era el agua cayendo por tu espalda y tus trazos perfectos

yo era mis recuerdos felices

era mi madre cuando estaba viva

ahora soy su cadáver calcinado

yo veo al cielo y no está Dios

pero sigo leyendo la poesía con tu voz

yo era por la mañana temprano

yo reía y reía con todo el cuerpo

y sentía y sentía

hoy ya no siento ni tengo

remedio ni ánimos

soy mi ropa rota, mis lagrimas

todas mis lágrimas

infierno infeliz, todo roto, todo cruel

yo soy la vida que se escapa

que se me va entre los dedos

soy soledad y olvido, eterno olvido

 

III

Yo soy un animal sagrado que no puede morir

Pero que es injuriado múltiples veces porque puede donar

Y porque reparte su piel entre las bocas de los verdugos

Yo soy el diablo

Y el diablo hace ruido

Y el diablo está condenado a amar todo lo que perece

Y por eso llora

Le arde el corazón

Arde y quema pero se convierte en lámpara

Luz mortuoria

Yo soy un animal sagrado

al que le queda un largo tramo que recorrer

Que quizás no ha empezado a caminar

Y que quizás pronto no lo patearán

Tanto y tan fuerte

Y ya nadie escupirá sobre él

 

 

 

 

[sin nombre]

Vas a hacerte a un lado

Y seguro vas a plantar flores

Un jardín entero

De esos que no son jardines

Y son más bien selvas sintomáticas

Especies miniatura que habitan la ciudad

La ciudad más falsa que has pisado

Y qué de pronto te turba

El aroma a mierda de gato y a mierda humana saliendo de la boca

Y te van a decir que son amigos y que son lo suficientemente hipócritas

Como para darte clases gratis de cómo vivir tu vida

Y qué de pronto te da asco

De veras te da asco

Toda esa animalidad rechazada

De pronto produce asco la condición humana

la animalidad primigenia pérdida

la negación de la violencia que lleva consigo la vida

escucharas tu voz cuando intente atravesar el concreto

y aferrarse con uñas y dientes a la tierra indiferente

¿Te verás intentando cruzar los caminos una vez más ?

Reptando y quemando la carne con el pavimento caliente

con las lágrimas que laceran la piel

y no te recuerdas bajo la lluvia

y no solloza tu nombre ni una vez

ni ninguna otra de nuevo

aunque la rueda siga girando

y el mundo también,

y ya no escuchas su movimiento, justo ahora

justo ahora.

 

 

incluso el encuentro que se aprecia infinitamente próximo anuncia la inevitable separación

 

Volvería a sentir la daga atravesar el cuerpo ficticio

volvería a intentar guardar tu voz dentro de una botella

a sentir la bofetada del viento frío partirme la cara

otra vez

siempre otra vez que se vuelve única

borraría datos inútiles para hacerle espacio a la memoria de tu cuerpo

el líquido que cae del cielo y alimenta al mundo

¿por qué no sedo? ¿por qué no olvido?

volvería a crear animales por la madrugada

a decir cada nombre de cada cosa que me ha afectado

los balazos, las costillas rotas

los baleros más rápidos, abrazos que durarían para siempre

Pediré una vez más que se me devuelva el sueño

que los muertos corran y rían

que la próxima vez que empiece el juego de la vida no me toque ser de carne

y sea de luz de luna

o de aire comprimido.

Intenté aprenderme el significado de las palabras más hermosas

abundancia, libertad y abismo

y no supe nunca como decirlas en voz alta

dejar de ser murmullo, dejar de ser río y convertirme en mar

Volaría en mil pedazos este cuerpo, y llovería sobre todo

sobre todos los otros animales, sobre todas las otras cosas tan distantes a mi

volaría en mil pedazos todo lo que te llena los ojos de lagrimas, lo que me obligó a caer y a ti con ello

tus memorias de animal infinitamente imposible,

los lugares donde creímos que estábamos seguros

Volvería mis pasos y me abrazaría a los cerros

sentiría que por fin ya no soy un edificio en llamas, que me acoge el viento, que me acaricia la vida

ya no soltaría nunca las piedras y las lanzas,

ya no llegaría siempre demasiado tarde, demasiado temprano

a destiempo como

las canciones que cantaba mientras tú sufrías

yo no quise llover nunca frente a ti

yo no quise yo ver nunca frente a mi

 

Obséquiame algo que no huya a cada paso.

Tengo un hambre espantosa de leerlos y de que juntos hagamos las cosas más extrañas

Ser peldaño flojo me tiene harto

Quisiera volver a disfrutar la calle de madrugada

Aunque nos perdamos

Aunque esté en una ciudad que se supone que conozco

Pero dejarme sorprender

Dejarme ser sorpresa

Y despertar con el cuarto y la cabeza llena de historias

¿ya pensaste dónde vamos a comer hoy?

Ah! Porque estamos vivos, cariño, y nos conocimos en las situaciones más escandalosas

En las que los dos llorábamos y reíamos porque todo era pena y todo era alegría

Duelo eterno

Tengo ganas de contar tus tatuajes y pasarle mi dedo a tu piel lentamente

Geografías nuevas nunca antes imaginadas

Y el cabello tan largo como para crear un refugio para ti, para mí y para mí gato

Que te amó desde que te vio llegar

Y yo no sé qué estoy haciendo, créeme que solo me pongo a dibujar con letras

Y quisiera que el mundo entero se leyera en voz alta, como un poema

Y ya no nos intoxicáramos y todo Oliera a lavanda fresca, lavanda de verdad y no el colorante aquel con el que trapeo el suelo

Y me puse a leer a Kant y a creer que es tan hermoso todo que me asusta, entender palabra que sigue a palabra, signo que sigue a signo

Y así infinitamente, revolución tras revolución

Y de pronto iba en la combi hablando de la última vez que tomé whisky y de cómo es que las paredes se van llenando de pintura y entonces vino a mí de golpe la imagen de la serpiente persiguiendo su cola

Te voy a volver a ver

Yo sé que si, en la cara de un nuevo amanecer

Que sea siempre el mismo

Y siempre otro.

 

niñofeo

 

Acerca de Niño feo: Medio para que el poema aparezca. “No hablar, vociferar o callar”, Nietzsche.

 

 

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