Presentamos el día de hoy dos poemas de Elvis Jarrs, en versión bilingüe, en alemán, su lengua materna, y español, en versión conjunta por el autor y Emiliano de la Rosa.
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Für R.
Nun sitze ich auf warmem Asphalt
und vermisse die Zeit, die wir niemals hatten.
Den Atemzug Innigkeit.
Nachts draußen liegen und frieren.
Das Du hinter dem Stolz.
Unser versteckter Hof,
unser kleines Stück wilde Wiese.
Eine Hand voll Nächte und kein einziger Morgen
St. Pauli um halb neun,
danach Brötchen und Tee.
Und das Verwehen deines Hauchs Zuhause
Nun sitze ich am anderen Ende der Straße
und versuche zu lesen.
Mit ein bisschen Tinte ist kein Buch zu schreiben.
Vielleicht ist es gut so,
vielleicht bis irgendwann
auf einer neuen Seite
in unserem kleinen Hof
Para R.
Y AHORA estoy sentado sobre el asfalto caliente
extrañando el tiempo que nunca hemos tenido.
El íntimo sorbo de aire.
Estar afuera en noches frías.
Tú detrás del orgullo.
Nuestro patio escondido,
nuestro pequeño prado salvaje.
Algunas pocas noches y ninguna mañana:
St. Pauli en la madrugada;
después, solo, panecillos y té.
Diluyendo tu hálito
de sentirse en casa.
Y ya estoy sentado en el otro lado de la calle
tratando de leer.
Con un poco de tinta no se puede escribir un libro.
Quizás está bien así,
quizás nos volveremos a ver un día
en una nueva página
en nuestro patio escondido.
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Der letzten Träne getrocknetes Salz
die einst in Trauer geflossen
In sterblichem Grau, dein knochiger Hals.
Erschlafft auf dem Bette, die Augen geschlossen.
Sitz da und streichle die faltigen Hände.
Wir beide erwarten dein baldiges Ende.
Und als der Morgen anbricht in reinlicher Pracht
verstummen die Vögel der scheidenden Nacht;
jene die einst dein Schicksal besangen.
Licht fällt ins Zimmer, dann bist du vergangen.
LA SAL seca de la última lágrima
que corrió en luto.
En gris mortal tu cuello envejecido.
Marchito en la cama, los ojos cerrados.
Estoy sentado y sostengo las manos arrugadas.
Ambos esperamos tu pronto fin.
Y cuando llega la mañana con su inocente hermosura
los pájaros de la noche que se va enmudecen;
ellos que antaño cantaron tu destino.
La luz cae al cuarto y tú has pasado.
Elvis Jarrs, Hamburgo 1997. Periodista, modelo y escritor de poesía.