Ilustración de Carlos Gaytan
Ya están endeudado’ hasta tu’ hijo’, eh.
Yung Beef
Loco, pero pa’ ti es trono.
No es un secreto ni un esoterismo que el trabajo en nuestra época se ha convertido en una categoría tortuosa para la mayoría de personas. Trabajar ya no es, como en los setenta, prestar un servicio completo por un tiempo considerable a cambio de seguridad salarial durante y después de la vida productiva. La figura del trabajador se convierte paulatinamente en la del freelancer. El trabajador pasa de entregar energías concretas a entregar energías abstractas, direcciona todo hacia su propia gestión.