Samhaim
La rueda del año comienza
ataviada de espectros visibles
de personas que salen al paso
develando al fin sus máscaras,
es la noche perfecta
la puerta entre los mundos se abre
y los que antes eran santos
sólo por una noche
asumen sus demonios.
La rueda del año comienza
ataviada de espectros visibles
de personas que salen al paso
develando al fin sus máscaras,
es la noche perfecta
la puerta entre los mundos se abre
y los que antes eran santos
sólo por una noche
asumen sus demonios.
cocinar no es un acto difícil si ya has aprendido a llorar
cortas la carne finges demencia y vuelves a penetrar
con el cuchillo
la misma herida zanjada por la sal
limpias tu herramienta prendes el fuego
procuras perfumar el aire chamuscado
Por la vergüenza que sentí,
por la cara colorada que puse cuando me preguntaron por mi abuela,
por la amnesia que fingí cuando la humillaron,
porque las cosas un día se vuelven demasiado,
el silencio perfora las venas,
las incendia,
y arrastra el cuerpo a los abismos de no dejarse de mover.
Ilustración de Aimeé Cervantes
“Yo me aventuraría a pensar que anónimo, quien escribiera tantos poemas sin firmarlos, fue a menudo una mujer.”, dijo Virginia Woolf. La autora del siguiente poema, Maria Janitschek, como otras tantas, ha quedado relegada al anonimato. No la mencionan en los libros de texto ni figura en los temarios oficiales de literatura. Su vida, más allá de cuatro ideas básicas, es un enigma y su obra no ha sido traducida al español.