A veces vivir duele, pero una quiere seguir viviendo tal vez por curiosidad y esperanza de que todo cambie.
Carmen Serratos Chaverría
El sábado N pasó por mí al medio día. Mientras la esperaba le compré un ramo de flores secas de esas en tonos púrpuras y violetas que no necesitan agua y por meses se mantienen firmes sin la necesidad de muchos cuidados. En el camino nos compartimos buenas y malas noticias mientras escuchábamos pop de los 2000s e intentábamos seguir el navegador para no perdernos. Ya en la colonia Escandón buscamos dónde estacionar el coche de N, el cual es pequeñito, pero no lo suficiente como para que la estacionada deje de significar una preocupación. Caminamos unas cuadras y llegamos a Salón Silicón, galería que se dedica a promover el trabajo de artistas mujeres, cuirs y/o miembrxs de la comunidad LGBTI+. Era el último día de la primera exposición individual de Carmen Serratos Chavarría (@cejas_del_mal_) «Un día me despertó mi llanto y otro mi risa», a la cual tanto N como yo le traíamos muchas ganas.