Etiqueta: migración

Leer Más
Meridith Kohut for The New York Times

Migrantes: La música que llevamos a cuestas

—¿Olvida usted algo?
—¡Ojalá!

EL EMIGRANTE – LUIS FELIPE LOMELÍ

La migración ha existido siempre. Desde el origen del ser humano hasta antes y después de la conformación de las civilizaciones modernas, los procesos sociales han estado enmarcados por el impulso nómada del individuo. La búsqueda es el motor que durante siglos ha empujado a la gente hacia la posibilidad del “otro lugar”, un sitio al resguardo de la violencia y el peligro, bajo la comodidad de un mejor mercado laboral, o sencillamente hacia la idea de un destino diferente al que nuestro determinismo geográfico delimita.

Leer Más

Sonidos del viaje y el camino: Música y migración

«El emigrante»

—¿Olvida usted algo?

—¡Ojalá!

 Luis Felipe Lomelí

Por el camino va andando una figura. Lleva a sus espaldas una pesada mochila, llena de ropa, pedazos de comida y un poco de dinero. A cuestas lleva también fotografías en donde se observan las miradas amorosas de aquellos que se quedaron atrás. Va cargando tras de sí con el peso de un hogar abandonado y en sus hombros ya se resiente el dolor provocado por la dureza del sendero. No podría llevar peso más grande que este, porque sin saberlo con él van viajando también sus historias, su familia, su tierra, toda una cultura que se ha colado entre los pliegues de su mochila. Nosotros, espectadores, vemos cómo la vereda se desdibuja por momentos, sin embargo, no debemos olvidar que todos los caminos del mundo han sido trazados por el andar de ese migrante.

Leer Más

La visa es redonda

Texto: Tonatiuh Teutli.

Fotógrafo: David Polo http://davidpolofoto.tumblr.com/

El viento se deja sentir con  fuerza y revuelve la tierra de la cancha llanera que a su lado derecho, en lugar de la zona del técnico y las bancas, está cuidada por  pequeños cuartos en obra negra, a media construcción, a medio camino como haciendo homenaje al tránsito de todo aquel que pasa por aquí.  Los cuartos están llenos de varillas y alambres, uno que otro bote vacío y mallas que cubren la pared que da hacia la zona de juego. Sólo hay tres migrantes en los lados de la cancha, dos jóvenes que escuchan música proveniente de un celular y un hombre, mucho más maduro, que está sentado al borde de uno de los cuartos y que me sigue con la mirada cuando llego a caminar dentro de la cancha. Mi experiencia me dice que es más fácil platicar con el hombre solo que con aquel que ya tiene compañía.