Ilustración de Carlos Gaytan
He decidido guardar silencio por la mayor cantidad de tiempo posible. He decidido estar solo en la mayor extensión de espacio posible. Pero mis palabras encuentran, casi por sí mismas, el eco despersonalizado de Instagram, Facebook, Twitter, TikTok, Youtube, y mi cuerpo se desborda, con un poco de ayuda, hacia el catálogo de personas de Tinder, Badoo, Happn, Bumble, Grindr. Actualmente, uno no puede estar ni callado ni en soledad por mucho tiempo. Es la condena del ruido perpetuo, la condena de la compañía incesante.