Pintura: Hilas y las ninfas, de John Williams Waterhouse
Selene y Amarilis,
bellezas mías,
voces mías,
circunstancias mías.
¿Cómo hago para evitar en ustedes?
Pintura: Hilas y las ninfas, de John Williams Waterhouse
Selene y Amarilis,
bellezas mías,
voces mías,
circunstancias mías.
¿Cómo hago para evitar en ustedes?
Los días se quedan atrapados en los pliegues de piel que se forman
/ en las esquinas de los ojos.
¿Sabes? Mamá decía que enero era el mes más largo
(desde que murió todos los días amanece enero)
El primer porrazo, del que no guardo recuerdo, habrá sido seguro en el patio. Adentro de la casa propiamente dicha, habría obrado el abrazo apresurado y salvador de mis viejos o alguna tía, o mi abuela, que venía seguido a vernos. O tal vez sí haya ocurrido adentro, entre esas paredes despobladas de cuadros o fotografías. Me acuerdo de mamá arrodillada, lata de cera en mano y el trapo, fregando las tablas de los pisos hasta dejarlos brillantes. Siempre, un rato más tarde, culminada su fatiga, ante el primer descuido de mi parte o de mi viejo, su grito: ¡los patines!