Mamá decía que enero era el mes más largo (selección) – Poemas de Astrid Arbildo

[1]

Los días se quedan atrapados en los pliegues de piel que se forman
/ en las esquinas de los ojos.
¿Sabes? Mamá decía que enero era el mes más largo
(desde que murió todos los días amanece enero)

Se cierran las escuelas.
Bajo la carpeta sólo queda el polvo adherido a los zapatos negros
/ de un escolar.
Los hospitales barcaza hacen agua entre los muertos.
El río Hambre aumenta su caudal y ahoga la siembra.
Centenares de caminantes huyen de un alud informal.
El tsunami precariedad azota las costas de la tierra prometida.
La niebla impide contemplar los ojos aurora de los vagamundos.
La contramigración es un fenómeno social que implica volver al lugar de origen.
No hay mejor negocio que hacerse sepulturero.
(Los sábados me levanto para darle unción a los enfermos.
Los domingos, cavo las fosas y los entierro)
El dolor es un tumor que crece bajo las costillas.
Se agota el aforo en los cementerios y el precio de las habitaciones
/ subterráneas se eleva hasta tocar la mano de dios.
Seis años en la universidad para el inútil oficio de esculpir los epitafios.
Los humanos residuales habitan ciudades fantasma

*

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En el cauce del río Hambre: wenn du mich siehst, dann weine[1] tallado
/ en la piedra con el llanto entraña.
No tengo convicción por el ayuno,
me duelen en las sienes los ojos desorbitados de las niñas.
Nado entre ataúdes que cruzan océanos, pero nunca tocan puerto.
Pierdo la cordura que me queda
cuando me sobrecoge el asma de los niños viajeros.
Me declaro disidente de la razón en migajas
que levanta muros sobre los pies de los descalzos.
No creo en los emisarios de la abundancia culposa
que ponen paños fríos en el desierto.
Es imposible bajar la fiebre sin atacar la infección.
Ahora comprendo que el silencio no existe,
cuando todo calla sobrevive el ruido arena.

*

[21]

En el núcleo mismo de nuestra indiferencia se han quedado Chernóbil e Hiroshima,
vivimos entre los escombros de Beirut,
despertamos atolondrados por un nuevo bombardeo en Siria,
pero nos encaminamos rápidamente al desayuno,
sin importar el polvo ni el llanto de los niños.
Ponemos la mantequilla al pan
y una barcaza maltrecha se hunde en el Mediterráneo.
En el primer sorbo de café,
un hombre recibe siete disparos por la espalda
y paga al contado el precio del sueño americano.
Agotamos los minutos del día para poder vestir ropa hecha en Bangladesh mientras las mujeres pierden las uñas y la sonrisa en jornadas de 16 horas diarias.
Llegamos a casa cansados y encendemos el televisor,
subimos el volumen lo más alto que podemos
para no escuchar el clamor indígena que es sofocado por los nuevos aires
/ del progreso.
Es hora de dormir y agradecer que estamos a salvo,
al otro lado, enjaulan a seres humanos por el ominoso pecado de arrastrar
/ sus cadenas,
más allá de la frontera.

***

[1] Durante el año 2018, debido a una sequía en Europa Central, el río Elba bajó su caudal, dejando expuestas las famosas piedras del hambre. A inicios del siglo XVII en estas rocas se tallaron frases como wenn du mich siehst, dann weine (si me ves, llora) como advertencia a la población con respecto a la hambruna, las enfermedades y la muerte.

Estos poemas forman parte del poemario Mamá decía que Enero era el mes más largo (El Laboratorio, 2022).


Autora: Astrid Arbildo (Perú, 1994). Bachiller en Derecho por la Universidad Nacional de San Agustín (2018), embajadora Joven seleccionada por el Departamento de Juventud del Consejo de Europa para el Foro Mundial de la Democracia en Estrasburgo, Francia (2016), profesional del Programa de Liderazgo de Enseña Perú (2018-2019). Cofundadora y Coordinadora General del voluntariado Violeta, Escuadrón Feminista que brinda información y orientación legal gratuita a sobrevivientes de violencia de género (2020-2021). Primer Puesto en la categoría cuento del Concurso de Arte “Amor y Respeto” de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (2017). Finalista en el I Concurso de Poesía “Rosa Butler” convocado por el Ateneo Literario de Artes y Ciencias de Puerto Real de España (2021). Mención Honrosa en la I Convocatoria Internacional de Poesía de la Revista Vuela Palabra (2021). Ha publicado con El Laboratorio el poemario Mamá decía que enero era el mes más largo (2022). Actualmente trabaja en el sector humanitario.