El redactor jefe acerca la subcarpeta con aprehensión, como quien se asoma a un acuario de pirañas. Fuera del despacho hay un hervidero de pasos. De vez en cuando se observa la silueta de unas cejas que emerge de puntillas, el flash de una foto o un paraguas enorme que despliega sus alas de ceniza rumbo a las calles. El jefe Frank ni se inmuta. Su gesto claroscuro no presagia nada bueno. Por un momento mira nerviosamente hacia la puerta como si aguardara en el vestíbulo la sombra alargada de un dentista o un viejo amigo venido a menos. Luego, empieza a leer el artículo en voz alta con la sobriedad de un gángster.
Etiqueta: Humor
Marcos Mundstock: Les luthiers y la comedia vestida de negro
Fotografía: Luis Alvarado
EL CARNAVAL DEL MUNDO ENGAÑA TANTO,
Juan de Dios Peza
QUE LAS VIDAS SON BREVES MASCARADAS;
AQUÍ APRENDEMOS A REÍR CON LLANTO
Y TAMBIÉN A LLORAR CON CARCAJADAS.
La condición humana encarna uno de los fenómenos más curiosos de la naturaleza. De entre todos los animales, el ser humano es el único en el que la risa existe consistentemente como una característica innata. La risa funge como el principal mecanismo de equilibrio emocional, únicamente equiparable con el llanto. En propias palabras de Nietzsche: «El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa».