Siloé
Eso fue la noche del primer lunes. Los muchachos habían salido a las calles a protestar, a esas mismas calles donde aprendieron a caminar y conocieron la vida que les tocó vivir. No estaban haciendo nada malo, sólo pedían lo que pide una juventud olvidada y lo que pedía el país por esos días: oportunidades, educación, trabajo, paz, esas cosas.