La biblioteca es el complemento de la escuela. Después de que se aprende a leer, es necesario saber lo que debe leerse y disponer de libros. Una buena biblioteca puede sustituir a la escuela y […]
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Bibliotecas en México: problemáticas y propuestas
Las bibliotecas son espacios* que nos brindan la oportunidad de escuchar, a través de los textos que en ella se encuentran, voces de personas que pueden distar, o no, de nosotros en tiempo y espacio, voces que hablan sobre los más diversos temas empleando las más diversas formas; voces literarias, voces científicas, voces en otras lenguas.
En general, las bibliotecas tienen un impacto cultural, sobre todo cuando, lejos de ser espacios de uso particular y abrazar con fervor la lógica de la propiedad privada, se constituyen como espacios colectivos al servicio de una comunidad más o menos amplia: una escuela, una colonia, una región, un municipio, un estado, etcétera.
De bibliotecas: la «Biblioteca de Babel» y la Biblioteca Nacional de México
La palabra ‘biblioteca’ se encuentra definida en el Diccionario de la Real Academia Española como la “institución cuya finalidad consiste en la adquisición, conservación, estudio y exposición de libros y documentos”. Es decir, se trata de un espacio brindado al interés público, donde el objetivo es una especie de vaivén entre el tener y el procurar textos. Reducida a una dinámica de transacción material y reclutamiento de documentos, podría decirse que la biblioteca no encierra ningún tipo de enigma. Afortunadamente, la literatura tiene registro de otro tipo de apreciaciones sobre estos espacios. Jorge Luis Borges, por ejemplo, reveló lo fascinante que puede llegar a ser este sitio en su cuento “La Biblioteca de Babel”.
Lo que Borges propuso se presenta inconmensurable, como el mismo universo. Las galerías que contienen los libros se expanden quizá hasta el infinito y hacia todos los puntos, eternamente. Los libros que ella resguarda abarcan todas las lenguas y los dialectos, todas las exégesis, todos los manuscritos variables. Incluso en esta Biblioteca uno podría adentrarse a buscar el libro que hablara de todos los libros, con la posibilidad de no encontrarlo nunca, o bien, de hallarlo “milagrosamente”. La Biblioteca de la que habla Borges cuenta con sus propios métodos lógicos que en teoría posibilitan acertar con el libro buscado. No hay un solo volumen que no esté en ella y pareciera que la posible existencia de esta Biblioteca fuera la prueba inefable de que el hombre por fin haya ha logrado preservar y organizar el conocimiento de la humanidad.