Frenar el desasosiego
Cuando Joaquín recibió su diagnóstico clínico del Hospital San Jerónimo, pensó que lo más adecuado sería renunciar al trabajo, hacer una reunión con sus familiares y amigos y exprimir sus tarjetas de crédito recorriendo los estados de la República que tanto anhelaba conocer. Pero en lugar de eso, para frenar el desasosiego que tanto lo había atormentado durante casi dos meses, decidió sentarse frente al volante de su auto e inhalar el monóxido de carbono que se introducía a una de las ventanas por medio de un tubo que conectaba al escape.