Cuando se habla del trabajo de la artista y antropóloga Fiamma Montezemolo (Italia, 1971), constantemente se repara en su carácter interseccional y en cómo éste se manifiesta en la idea de lo fronterizo. Desde la clara frontera que implica la confluencia entre la investigación antropológica y la artística, pasando por el trabajo de campo que Fiamma ha realizado en fronteras geopolíticas —principalmente la que separa al norte de México con Estados Unidos—, hasta las fronteras invisibles que componen nuestras identidades y relaciones con los otros: todo alrededor del trabajo de Montezemolo puede comprenderse a partir de enfatizar en un límite que divide dos cosas. Sin embargo, después de experimentar su primera muestra en la Ciudad de México, Soñar con bisontes (Laboratorio Arte Alameda), más que la idea de una frontera, en mi mente se quedó grabada la forma de un espiral.
Autor: Julia Pérez *
Galia Eibenshutz: Movimiento trazado en el Museo de Arte Carrillo Gil
¿No es el acto de dibujar, así como el dibujo en sí mismo, más devenir que ser?
John Berger
Los museos en la actualidad han transgredido al génesis que los instituyó como meros escaparates de arte. Las posibilidades de los espacios museográficos, así como las del arte en sí mismo, son cada vez más dinámicas y volubles. Por lo tanto, muchos espacios buscan distorsionarse en búsqueda de una mirada holística del arte, donde quepan (física e ideológicamente) proyectos transdiciplinarios que nos sirvan como pautas de lectura de lo contemporáneo. Éste es el caso de la sala principal del piso más alto del ‘Museo de Arte Carrillo Gil’, la cual se reconfigura a partir de la muestra Moverse para nombrar, de la artista visual y bailarina mexicana, Galia Eibenschutz.
«El animal herido»: Leyendo el presente en el Museo Experimental el Eco
El arte en general, y naturalmente también la arquitectura, es un reflejo del estado espiritual del hombre en su tiempo.
Mathias Goeritz
En la colonia San Rafael, desde el Jardín del Arte (si nos encontramos de frente al Monumento a la Madre mientras éste nos da la espalda), podemos observar a la izquierda una escultura prismática dentro de un edificio, cuya espigada forma e intenso color podrá remitirnos a las Torres de Satélite. Y no estaremos equivocados. En la calle de Sullivan, en el número 43, se encuentra el ‘Museo Experimental el Eco’. ‘El Eco’, como se le conoce, es un pequeño espacio expositivo, fruto de la amistad entre el interdisciplinario artista mexicano de origen alemán Mathias Goeritz y su benefactor Daniel Mont, fundado en el año 1953.