Provincia del anochecer
En este poema hay un gato negro
y lo miras desde tus sueños
al notar que conoces sus ojos
él también sueña contigo
y están sentenciados a viajar juntos
por un laberinto infinito
mientras cae fango de tu voz
recitas moldeando escaleras diminutas
son ciudades las palabras tocándose para reconocerse
cayendo en un estado ininteligible a través del aliento
—el gato en las sombras no ha parado de mirarte—
son murallas las palabras tantísimas
indagando en el objetivo de su existencia:
florecerán y marchitarán
serán vida y luego inmensidad atrapada en el frio
bajarán arremolinadas a los dientes de tu espíritu
esperarán el signo de ebullición llorando adentro
avanzando en un palpito ciego
tan lejos que no escucharás nada
empobrecidas
intentando asegurar la permanencia de su especie
al igual que ellas
debes tomar una decisión
en este poema esta lloviendo
¿a dónde llevarás el gato?
*
Luces del bosque ocre
A mi me heredaron
palabras de páramo y trazos de pájaros
me dieron muchísimo
ternura y colmillos
un ojo sin dios lleno de lunas
caballos de madera
una palabra para doblegar la tormenta
un San Onofre del maestro Florencio
la casa dormida en la lluvia
y algo inquebrantable en la mirada
no tengo más
con eso atravesaré la vida.
*
amor criatura amor
Recorrimos el pueblo
alrededor de las gentes y sus cosas
un anciano dormitaba en la esquina de la catedral con un gesto tristísimo
también en la grama de la plaza vimos a un escarabajo Hércules
con sensación de irrealidad
Niños con patines y bicicletas
el viento mueve las hojas y tu cabello
hablas con fascinación del sol que encanta a las copas de los arboles
cómo se filtra el brillo en infinitos caleidoscopios y nos envuelve
El mundo acontece ensimismado
aprendemos a escribir con una voz de los tiempos terribles
uno dice poco en el poema a veces nada
Tú eres la flor que reguardo entre líneas.
*
El banquete de los dóciles
Un animal sin rostro ni pezuñas
sabe que en el interior del plexo entretejido
retoñan arboles frutales
canta
danza sin compañía
trepa por la pomarrosa
guama muerde nubes
come lechosas mangos y granadas
que abundan en la fronda amurallada
el viento
apenas un graznido
tambaleándose entre las hojas
sin palabra alguna
un diente de león
esperando
yo también estoy solo.
*
Nota al pie de la torre
Arriba
¿es lo que imagino?
Se puede ver un manto
las antiguas fortalezas
el lugar de los nísperos y las guayabas.
Dime
tú que lo veías todo
¿no los viste llegar?
La noche que prometiste cuidarnos
cerramos los ojos por primera vez
y con los ojos cerrados
hicimos un nuevo lenguaje
con los ojos cerrados fuimos el beso
tendimos las camas
los cuerpos sobre ellas
y los sueños nos unían.
Tú juraste alertar del peligro
pero cuando el odio y su terror llegaron
te quedaste callado, indiferente, muy quieto…
¿Tuviste miedo?
Sentiste lo que yo siento bajo las uñas
bajo los dientes
¡El maldito animal que se retuerce atrás de los ojos!
¿Qué ves en los restos del hogar destruido?
Centinela
no llores
no temas
te perdonamos.
*
El final de lo salvaje
Lejos de las azucenas
sellé el destino de mi estirpe
[algunos nuberos reposaban en las colinas amarillas]
Al borde de su forma
enterré la cornamenta
de los padres de los gestos de mis padres
perdoné lo imperdonable
no sé si fue correcto
Me desconozco.
*
Insania
En los ojos del rey caído
viajé por las rebeliones
en sus sueños
vi miles de colores
en las ruinas del reino
oculté la semillas
pronto crecerán arboles frutales
y habrá lluvia
aseguramos un tiempo para la ternura
aquí los hombres comen zamuros.
Autor: Felipe Ezeiza (Los Teques, Venezuela, 1999). Integrante del grupo Habitantes de la Calima. Ha diseñado y aplicado talleres de escritura creativa para niños y adolescentes, además de talleres enfocados en la construcción de bestiarios, y haikú. Mención publicación en el 6to concurso nacional de poesía joven Rafael Cadenas. Ganador del 5to concurso nacional de poesía joven Hugo Fernández Oviol. Ha participado en el Dossier de poesía venezolana de la Revista Kametsa, y en las antologías: Sequía (Editorial Senzala, 2020), Elogio a la brevedad (Túnel Diez ediciones, 2020), I Premio internacional de poesía Bruno Corona Petit (Ediciones Palíndromus, 2021).