Ilustración de Bernardo Fernández, Bef
VI
Quién dijo que tu cuerpo era hombre.
Quién le impuso ese destino
de ejército de demonios,
destructor de planetas,
paseante de cadáveres.
Quién le prendió fuego a tu itinerario
con palabras que pulverizan los dientes y las muelas:
no chille, no sea marica.
¿Ya le vio el culo a esa vieja?
Defiéndase, cabrón.
Aunque tú jamás tuviste un padre
que te heredara la letanía.
¿Es padre un nombre que nunca se dijo,
animal sin luz ni sombra,
figura de limo?
Tu padre fue un territorio de cuerpos anónimos:
el taxista, el carnicero, el compañero
más alto del salón en la primaria.
Cada uno, emisario del filo más cortante de la hombría.
Cada uno un diablo
trepando en tu rostro,
reptando en el cerebro,
jugando en tus manos
flacas y suaves como las hojas del guayabo
que sembraste en el jardín
cuando supiste que eras estéril.
¿Hay un camino que comunique la orfandad,
el esperma degollado
y las semillas que caen sobre la tierra?
En el país de la sangre tú eras un hombre sin futuro,
sin lugar alrededor de la piedra del tiempo.
Sólo, imagen de dios, del dios muerto
en la cruz sin padre sin hijos, nada más que un lugar en el infierno.
Al final, los doctores,
como los padres,
pueden errar en su repetición del manual que han aprendido.
Al final,
hoy,
una masa sin nombre
se revuelca con sorpresa entre tus brazos:
imagen pasajera de la vida en su forma más arcaica y
deslumbrante.
Algún día te tocará
con sus manos de luz
y te bautizará padre.
¿Quién serás en ese momento de alboroto,
de caos,
de recomienzo?
*
Bestiario
No llores, hija, no llores.
El mar existirá aún
cuando vayamos a la playa.
Es cierto, está el deshielo. Es cierto,
la contaminación de los océanos aniquila a diario
cientos de animales. Yo vi una vez
una medusa muerta junto a las rocas. Lucía
como una bolsa de plástico apachurrada.
No llores, hija. También los animales volverán
en el día de la resurrección. No sé
si a cobrar venganza o a orquestar
una reconciliación cósmica con nosotros,
los de entonces.
No llores, hija, no llores.
Todavía hay luciérnagas en los campos.
Son insectos que saltan y rompen la noche con su brillo.
Son lámparas de carne, estrellas con patitas.
Madre sabe de un lugar en el que se juntan decenas de ellas
en un espectáculo
de pirotecnia muda. Allí madre me preguntó si queríamos
vivir juntos el resto de nuestras vidas.
No llores, hija. Nuestras vidas son restos,
pero volveremos el día de la resurrección con las medusas
y con los perros atropellados.
No llores, hija. Nosotros nunca hemos atropellado un perro.
*
Álbum
Estas son las mujeres que llegaron antes que tú,
que tejieron sus brazos al camino.
Sus pies, su boca, su corazón lo clavaron
en esa barca que ahora son tus pies.
Ya puedes empezar a andar en este valle
de cadáveres frescos,
siempre frescos, esperando la señal
para despertar. Para,
uno a uno, embonar sus macerados huesos y cerrar los hoyos de su carne.
Estas son las mujeres.
Se han ido antes que tu cabeza llegara a cambiar la historia.
Las hienas las comieron.
Hilarantes, cobardes, frenéticas, las iban comiendo
hasta chupar sus nichos
y dejar la polvareda de sus huesos en la tierra.
Solo el aire les guarda un espacio.
Y el aire te pertenece.
Tú,
entera,
eres un hueco para ellas.
***
Estos poemas pertenecen al libro A veces un ma/pa es una casa (Samuel Lagunas, Palíndroma, 2020). Ilustraciones y postales de Bernardo Fernández, Bef.
Autor: Samuel Lagunas. Maestro en Estudios Latinoamericanos (UNAM). Ha publicado el libro Dios, nueva temporada. Miradas teológicas al cine y la TV en el siglo XXI, los poemarios Todavía mañana y Godfully. También escribió en colaboración con Keila Ochoa Harris Profetas menores para los menores. Fue ganador del Concurso de Escritores del San Miguel Writer’s Conference 2018, del Certamen González-Waris 2018, y de los Juegos Florales Ramón López Velarde en 2017. Actualmente realiza estudios de doctorado, escribe crítica de cine para medios electrónicos, y es profesor en la Facultad de Filosofía de la UAQ.
Ilustrador: Bernardo Fernández, Bef (CDMX, 1972). Es un sujeto que escribe libros y dibuja cómics desde 1990.